Tras más de seis horas de negociación en la Legislatura bonaerense por el proyecto de reforma impositiva de Axel Kicillof, finalmente se cayó la sesión prevista para este jueves para discutir el proyecto en el Senado. El debate se reiniciará este viernes a las 12. La oposición reclama "mayor progresividad" en los aumentos y que el techo de la actualización de las alícuotas sea de 55%. El senador de Cambiemos Juan Pablo Allan explicó que le están pidiendo "progresividad" al proyecto de ley. Además, indicó que quieren "poner un tope máximo de 55% en el impuesto inmobiliario" y cuestionó que "hoy como está planteada la ley, el 60, 70 por ciento de las propiedades va a tener un aumento del 50%".
"Entendemos la necesidad del Poder Ejecutivo de tener una ley impositiva que acompañe y actualice algunos importes que quedaron desfasados por la inflación, pero la inflación que viene no es de 55 puntos como es el promedio de aumentos de esta ley", expresó en diálogo con TN. La Legislatura transitó seis horas de prórroga en los tiempos previstos de inicio de sesión. En todo ese período, las negociaciones resultaron frenéticas por el apremio de aprobación del proyecto antes del fin de semana. De hecho, hasta la hora prevista para el comienzo del debate (15 horas), estaba todo dado para que la Legislatura bonaerense aprobara la suba de impuestos. Sin embargo, con el correr de la jornada, ese "acuerdo general" entre el oficialismo y Juntos por el Cambio para sacar la norma se cayó por el reclamo opositor para incluir topes en los aumentos.
Según el proyecto, la presión tributaria recae sobre los sectores medios y altos. No obstante, desde la Gobernación explicaron durante toda la jornada que sólo un segmento de contribuyentes pagará incrementos por encima del 54% estimado como indicador inflacionario 2019. Esa ecuación llevó al jefe de Gabinete, Carlos Bianco, a preguntarse dónde estaba el “impuestazo” que advertía la oposición en la Legislatura. El punto de controversia es cuál resultaría un valor patrimonial clasificado como gran contribuyente. Del repaso del proyecto surgía que el incremento del 35% alcanzaba a aquellos inmuebles cuya valuación fiscal es superior a 33.000 pesos y hasta 66.000 pesos, inclusive. El 50% para las viviendas valuadas en 66.000 pesos y hasta 84.000 pesos.
Es decir, en las proximidades de los 10 mil dólares. Hay una ancha franja de partidas en estos valores. Aquí aparece la primera falta de sintonía fina: el valor fiscal está disociado de la tasación de mercado, que es mucho más alta. Pero, una evaluación dispararía la cuestión tributaria a límites insostenibles. La última actualización fue en el período 2016-2017. Haría falta otra. Pero, Axel Kicillof intenta el camino intermedio. En esta oportunidad, previó la suba mayor a las partidas con techo en 630.000 pesos y 90% para quienes se excedan de ese monto. No está cuantificado, en volumen, cuánto representan para el total del tributo.
De acuerdo con la estimación oficial, el 86% de las propiedades (3.843.187) recibirá un incremento menor a 3.500 pesos durante todo el año que viene, pagaderos en cinco cuotas. Además, para estimular el ingreso anticipado de fondos a las arcas provinciales, la ley faculta al ministerio de Economía a establecer bonificación de hasta un 25% para quienes abonen el impuesto inmobiliario de forma o sin mora. La bonificación puede subir al 30% para inmuebles destinados a actividades comerciales y productivas
En el caso de los terrenos baldíos, se procura desincentivar la especulación inmobiliaria y estimular la edificación. Por eso, la suba será del 90% en las propiedades de mayor valor fiscal. La misma fórmula de segmentación se aplicará para el Rural. Similar al aplicado en las retenciones. Para las unidades productivas del campo se mantienen las alícuotas de este año y el proyecto también propone una progresividad. Los más chicos tendrán un aumento del 15% y el tope llegará a 75% para los establecimientos con más de 2000 hectáreas y más de 3 millones de pesos de valuación. Sólo conforman el 7% de las propiedades, que pagarán un 75% de incremento. Según el gobierno son 300 productores.
Las escalas son estas:
- 15% cuando las valuaciones correspondientes al año 2019, de la tierra libre de mejoras sea de hasta 260.870 pesos inclusive.
- 35% cuando las valuaciones sea superior a 260.870 pesos y hasta 816.075 pesos.
- 55% cuando las valuaciones sea superior a 816.075 pesos y hasta 3.000.000 pesos.
-75% superior a 3.000.000 de pesos y la superficie de la tierra libre de mejoras sea inferior o igual a 2.000 hectáreas. 90% por arriba de ese valor.
Todo ese tironeo forzó al oficialismo a una rápida ronda de consultas con legisladores propios y de la oposición. A la tarde fue forzada una reunión con el Ejecutivo para una explicación detallada de los alcances de la ley. El ministro de Hacienda, Pablo López,y el director de ARBA, Cristian Girard, debieron ampliar conceptos de la ley en el Anexo del Senado. Casi en simultáneo, Kicillof recibía a los integrantes del Frente Docente bonaerense para repasar el tema salarial y funcionamiento del sistema educativo provincial.
El gobernador tiene su segunda prueba política gravitante, después de la aprobación de la Ley de Emergencia. Según López, Buenos Aires necesita de manera apremiante 200.000 millones de pesos para compromiso de deuda y otros 200.000 millones por déficit de caja para garantizar los servicios y prestaciones del estado. Sin posibilidad de contraer deuda nueva, y limitada la ayuda del gobierno nacional, Kicillof requiere de plata fresca por otros caminos. La actualización tributaria es una de las herramientas e Ingresos Brutos representa el filón. Es el 70% de los recursos propios. Una lente esta puesta allí. Es un gravamen sobre el ejercicio de actividades de comercio, industria, profesionales y locaciones de bienes, obras y servicios en la Provincia.
En el proyecto están previstos cambios en las alícuotas. Ejemplo: en la actividad de producción de medicamentos pasará del actual 1,5% al 3,5%. Es un aumento del 133% en ese rubro. Habrá novedades diversas.