Los tres grupos de bonistas nucleados en Ad Hoc, Tenedores de Bonos de Canje y el Comité de Acreedores enviaron una carta al ministro de Economía, Martín Guzmán, en la que ratifican la contrapropuesta presentada el lunes de la semana pasada y aseguran tener, al menos, la mitad de los bonos que entran al canje de deuda externa. La misiva, firmada por unos 30 fondos entre los que están el poderoso BlackRock, Ashmore y Fidelity, entre otros, prometen el apoyo a la propuesta conjunta del lunes pasado y mencionan que los firmantes poseen el 32% de los títulos de canje (conocidos en la jerga como “Bonos K”) en circulación y el 36% de los Bonos Globales (los “Bonos M”), pero que “cuando estas cifras se combinan con otros tenedores que han comprometido su apoyo a la propuesta conjunta pero no pueden ser nombrados por razones institucionales, los partidarios de la propuesta representan el 60% de los Bonos de Canje y el 51% de los Bonos Globales en circulación”.
De acuerdo a la última oferta oficial, formalizada el 5 de julio ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), la Argentina debe alcanzar un umbral mínimo de aceptación: implica llegar a un 50% de aceptación explícita de la propuesta o de un 60% de adhesión implícita, es decir, cuando se aplican las cláusulas de acción colectiva (CAC) a cada serie de bono. Al aplicar las CAC, se arrastran a los bonistas que no hayan manifestado su aceptación del canje, pero de todos modos se debe llegar a determinados porcentajes. Por lo tanto, si los bonistas llegan a tener al menos la mitad de los títulos que forman parte de esta reestructuración de deuda bajo legislación internacional, por unos US$ 64.800 millones, tendrían el poder de bloquear la operación. La carta enviada al Gobierno sobre el filo de la medianoche menciona que “los titulares de fondos incluyen algunos de los mayores inversores en Argentina, que han comprometido una inversión extranjera directa muy importante en el país”.
“Confiamos en que una resolución consensuada proporcionará un camino hacia una inversión aún mayor y más sostenida en los sectores de crecimiento de Argentina, incluidos los agronegocios, la energía, la minería, la infraestructura y la tecnología de la información, y un futuro económico brillante y sostenible para la gente de Argentina”, aseguran. Recuerdan que “durante muchos meses, el Grupo Ad Hoc de Accionistas de Bonos Argentinos, el Grupo de Accionistas de Bonos de Intercambio y el Comité de Acreedores de Argentina, junto con otros, han mantenido conversaciones de buena fe con la República Argentina con el objetivo de lograr una reestructuración consensuada de la deuda externa de la República. En cumplimiento de este objetivo, el lunes 20 de julio de 2020 los tres grupos presentaron una propuesta conjunta de reestructuración de la deuda.”
En tiempo de descuento antes del cierre formal del canje, previsto para el próximo martes 4 de agosto, el Gobierno reafirmó el sábado pasado que la última oferta oficializada es el máximo esfuerzo al que está dispuesto el país. Las diferencias se achicaron, pero aún hay distancia entre los US$ 53,3 de la Argentina y los US$ 56,6 de los bonistas. Son poco más de tres dólares por cada 100 adeudados. Aún antes de esta carta, en el Gobierno no descartaban extender la negociación hasta el 28 de agosto. De hecho, esa era la fecha que querían poner en la última oferta pero no fue posible: la SEC permite tener la propuesta de canje abierta por un máximo de 30 días. Lo importante es cerrar el canje cinco días antes del 4 de septiembre: ese día está prevista la liquidación de la operación, es decir, que se concrete el intercambio de los bonos.