El Fondo Monetario Internacional, como prestamista de último recurso, ratificó que no ofrecerá un recorte de su préstamo a Argentina, a pesar del pedido de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, que instó al organismo a asumir una pérdida. En tanto, el Gobierno argentino prepara su oferta a los tenedores de bonos soberanos en la que, se espera, se incluya una fuerte quita de capital para esos acreedores privados. “Nuestra formulación legal es tal que no podemos tomar medidas que puedan ser posibles para otros sin esta gran responsabilidad global”, dijo la directora gerente del fondo, Kristalina Georgieva, el domingo en una entrevista televisiva con Bloomberg.
Una misión técnica del FMI se encuentra en Buenos Aires hasta el 19 de febrero para reunirse con funcionarios de Argentina y evaluar la sostenibilidad de la deuda del país. Las conversaciones con el FMI, al que Argentina debe USD 44.000 millones, serán clave para una negociación aún mayor con los tenedores privados de bonos a fin de evitar un incumplimiento. “Entendemos la necesidad de analizar cuidadosamente la carga de la deuda. Es el trabajo del Gobierno, no del FMI”, dijo Georgieva cuando se le preguntó sobre la “profunda reestructuración de la deuda” planteada por el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Se necesita más tiempo para obtener datos sobre la sostenibilidad de la deuda del país, dijo Georgieva. El FMI continúa respaldando al Gobierno de Alberto Fernández en sus esfuerzos para reanudar el crecimiento económico, dijo. “En términos generales, apoyamos mucho el compromiso de este Gobierno de estabilizar la economía y volver al crecimiento”, dijo Georgieva.