Adrián “Maravilla” Martínez es el jugador del momento. El delantero de Racing es el goleador de la Copa de la Liga y, en apenas un puñado de partidos en la Academia, demostró su categoría. El fin de semana, como si fuera poco, fue el encargado de anotar el gol del triunfo en el clásico de Avellaneda ante Independiente. Pero detrás de los flashes, de las luces, hay una historia muy dura, de superación y resiliencia.
Maravilla Martínez tiene 31 años y una historia de vida como pocos jugadores. El delantero, que llegó a la Academia tras una gran temporada en Instituto, no se formó en las inferiores de ningún club profesional y apenas jugaba en Las Acacias, institución que presidía su madre. Fue recolector de basura y albañil para ganarse la vida.
Hasta que llegó el momento más oscuro que le tocó atravesar: estuvo siete meses en la cárcel por error. Un momento traumático para cualquiera, pero que para Maravilla sirvió como motor para salir adelante e ir por todo.
"LLEGUÉ A TENER MIEDO POR MI VIDA"
En 2014, el hermano de Adrián fue baleado y él fue arrestado por error tras haber sido acusado de quemar y robar la casa del agresor. Tras siete meses encarcelado, se comprobó su inocencia. “Llegué a tener miedo por mi vida”, reconoce ahora, a la distancia, Maravilla Martínez sobre sus días en la prisión.
En una extensa entrevista realizada para el Diario Olé, el delantero se metió en las profundidades del tema. “Tuve dos o tres situaciones muy difíciles...Estuve a punto de ser apuñalado. Es así. No llegaron por poco”, afirmó, en un testimonio escalofriante.
Ante la pregunta sobre los motivos, Maravilla agregó: “Fue por un tema de teléfonos. Un amigo había agarrado algo... Te meten un arpón, que le llaman. Son palos de escoba con una varilla en la punta. Y si está todo mal te apuñalan. Nunca podés estar distraído. Ese día zafé. Después, estuve más vivo”.
"VI MORIR A UNO: LO AGARRARON DE LAS PATAS Y SE LO LLEVARON"
Pero eso no fue lo más duro que le tocó vivir al delantero del momento cuando estuvo en la cárcel: “Vi cómo se mataba gente. Porque ahí se matan como nada... Se cagan a puñaladas. Vi morir a uno: lo agarraron de las patas y se lo llevaron. Es así. Nadie me saca los momentos que viví ahí”.
Maravilla asegura que hubo algo positivo que le dejó su paso por la cárcel: “Encontrar a Dios”. En ese sentido, resaltó: “Conozco mucha gente que cree en Dios. Hasta el Diablo, dice la Biblia, cree en Dios y tiembla. Todos creemos, el tema es ver quién cumple con la voluntad. Cuando entendí eso, mi vida cambió por completo”.
