En las últimas horas, Argentina superó la barrera de los 400 muertos por coronavirus. Así surge del último reporte difundido este miércoles por el Ministerio de Salud de la Nación. En total son 403 fallecidos, 298 de las víctimas fatales residían en Capital o provincia de Buenos Aires: es decir, casi tres de cada cuatro. Chaco y Córdoba le siguen en la dramática lista. La primera con 35 y la segunda con 25. En el último tramo, entre los 300 y los 400 muertos, se registró el récord máximo de fallecidos en un día. Ocurrió el 14 de mayo: en 24 horas, perdieron la vida 24 personas. A pesar de esa cifra en una sola jornada, el ritmo de decesos no aumentó si se contempla lo que sucedió entre los 200 y 300 muertos. Entre la noticia de los 200 y los 300 pasaron 11 días. En tanto, la evolución de la pandemia para llegar de 300 a 400 fallecidos llevó el mismo tiempo.
Sin embargo, la barrera de los 400 se rompió mucho más rápido que la de los primeros 100. Cuando recién comenzaba a desarrollarse la enfermedad en nuestro país, se tardaron 38 días en arribar a esa cifra: con menos de 3 muertos por jornada en promedio. Entre los fallecidos siguen siendo más hombres que mujeres. Esta tendencia quedó evidenciada desde la radiografía de los primeros 100 muertos. Sin embargo, la brecha se redujo notablemente. En ese momento, con un centenar de víctimas fatales, el 74% de los muertos era hombre contra un 26% de mujeres. Esto llamaba la atención ya que en contagios estaban parejos: 52,6%, ellos; y 47,4%, ellas. Alcanzados los 300 muertos, había un 59,7% de hombres fallecidos contra un 40,3% de mujeres. Hoy, con 400, los números casi no sufrieron modificaciones: hay un 60,3% de hombres y un 39,7% de mujeres.
El promedio de edad de los casos fatales se mantuvo: con 300 muertos era de 73,6. En la actualidad es de 73,2. Al comienzo de la pandemia, con el centenar inicial, era de 69,3. La víctima más joven entre los 300 y 400 fallecidos fue un hombre de la provincia de Buenos Aires que tenía 31 años. También se reportó la muerte de un bonaerense de 38 años. Y otro de CABA que tenía 40. Sin embargo, no fueron los argentinos más jóvenes en morir por Covid-19: ya había perdido la vida un hombre de 27 años, de la provincia de Buenos Aires, el número 130. Entre los 300 y 400 fallecidos estuvo la víctima fatal más longeva hasta el momento. Fue la número 334: una mujer de la Ciudad que tenía 105 años. Otra víctima mujer, residentes en la provincia de Buenos Aires, tenía 100 años.
La aparición de infectados en varios geriátricos, especialmente en la Ciudad, impactó en la cifra final de fallecidos. Según confirmaron desde la cartera de Salud porteña, 44 de los primeros 124 muertos se contagiaron en geriátricos. La tasa de letalidad allí se ubica cerca del 25%, teniendo en cuenta que hubo 182 infectados en estas residencias. La situación en los barrios más vulnerables de la Ciudad también preocupa y de esas zonas son varios de los contagiados. Sin embargo, la relación entre infectados y muertos es mucho menor. Según un informe del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, hasta el momento son 15 muertos y 1.551 casos confirmados. Es decir, un 0,9% de letalidad.
En los reportes diarios difundidos por la cartera de Salud dejaron de dar detalles sobre factores de riesgo de los fallecidos o sobre la forma en la que contrajeron el virus por lo que esa información solo se conoció en algunas ocasiones y estuvo basada en lo que compartieron provincias, municipios o familiares de los afectados. El 7 de marzo, con apenas ocho casos confirmados, falleció el primer argentino. Se llamaba Guillermo Abel Gómez, tenía 65 años. Estuvo en el Hospital Argerich. Había viajado a Francia y tenía enfermedades preexistentes. Hoy hay 162 víctimas fatales en la provincia de Buenos Aires, donde se encuentran 3.096 infectados. La Ciudad está segunda en cantidad de personas que perdieron la vida. Son 136 y 3.823 positivos.
En Chaco ya reportaron 35 muertos. En Córdoba, otros 25. También hay fallecidos en las provincias de Río Negro (15), Mendoza (9), La Rioja (7), Neuquén (6), Tucumán (3), Santa Fe (3) y Misiones (1). Según Lautaro de Vedia, ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, "es una tranquilidad que el ritmo de los decesos se mantenga estable". "Estamos en un momento en el que se sale a buscar infectados, especialmente en barrios vulnerables, y aparecen pero, por suerte, el aumento de contagios no se traduce en un incremento de las muertes", señala el infectólogo del Hospital Muñiz. El punto más delicado sigue estando en los geriátricos. "El 46% de los muertos en CABA tenían más de 80 y casi el 20%, más de 90 años. Muchos son los contagiados en estas residencias", advierte. Eduardo López, infectólogo del Hospital Gutiérrez, también pide insistir sobre este segmento.
"En las villas hay muchos contagios pero pocos fallecidos porque la enfermedad está impactando en gente joven que está siendo diagnosticada en forma precoz, aislada y tratada a tiempo. Los que perdieron la vida, en general, tenían otras patologías de base", sostiene López. Y explica que hay que evitar que el Covid-19 siga llegando a los geriátricos donde el porcentaje de fallecidos sobre contagiados es mucho mayor. Asegura que la tasa de letalidad sigue siendo aceptable: "Está entre el 4% y el 5,5%". Y que la mortalidad, que se contempla en relación a cantidad de habitantes, es muy baja: "Uruguay está muy bien y después seguimos nosotros con Colombia. Chile, Brasil y Ecuador tienen panoramas más complicados". Por último, el especialista dice que hay que incrementar los cuidados con la llegada del frío porque con las bajas temperaturas "disminuye la calidad de la respuesta inmunológica". "Esto no implica un aumento de las muertes pero puede que genere mayor transmisibilidad del virus", cierra.