Salarios por escalera, precios por el ascensor. La fórmula se repite en un año de alta inflación (en torno al 7% de aquí hasta las elecciones generales, al menos) y complica la recuperación del poder adquisitivo para los trabajadores.
El INDEC difundió el índice de salarios correspondiente a abril, que mostró que las remuneraciones promedio de los trabajadores crecieron 5,7 en ese mes, muy por debajo de la inflación del mismo período, que alcanzó el 8,4%.
Si se analiza la dinámica de los últimos doce meses de los salarios -el dato llega hasta abril de 2023- los únicos que lograron ganarle a la inflación son los de los trabajadores del sector público, que se mantuvieron en terreno positivo (+2,8% real).
Así se desprende del último informe de la consultora LCG, que comparó la evolución de los salarios en comparación con el avance de la inflación. En abril, el nivel general de salarios registró una caída del 2,5% mensual real (es decir, descontando el efecto de la aceleración de los precios). En términos anuales, la baja fue del 2,4% real.
Durante el cuarto mes del año, los trabajadores del sector público tuvieron una caída mayor en la comparación mensual, del 4% real. Y los del sector informal (privado no registrado), del 3,3% mensual real. Los del privado, en cambio, tuvieron un recorte menor: 1,4% real.
La comparación interanual, en cambio, muestra que los salarios del sector público ganaron. El índice general mostró un alza de 103,8% en abril, frente a precios que se actualizaron 108,8% en el mismo lapso. Los empleados privados del sector formal recibieron un aumento de 106,4% en 12 meses y aquellos que no están registrados apenas vieron un incremento de 77,5% en sus sueldos. Sin embargo, en este caso los empleados públicos lograron ganarle a la inflación, con una mejora de 114,7% en sus remuneraciones entre mayo de 2022 y abril de este año.
“Buena parte de esta mejora obedece a los aumentos ofrecidos en la segunda mitad del año pasado”, aclara el reporte de LCG. “Los trabajadores privados registrados muestran una caída del poder adquisitivo del 1,2% anual y los trabajadores no registrados llevan pérdidas del 15% anual”, indica el informe.
En la comparación contra diciembre de 2022, los salarios de todos los sectores perdieron contra la inflación. Los más perjudicados fueron los trabajadores no registrados con una caída del 3,7% real, seguida por los registrados privados con un 2,3% real. Los salarios públicos arrastran una caída del 2,1% en lo que va del año.
Finalmente, la consultora estimó que no se esperan mejoras salariales en 2023, a pesar de que se acortaron los planes para discutir paritarias y se habilitaron eventuales cláusulas gatillo para algunos gremios. “Con la marcada aceleración de la inflación en estos últimos meses y dado que los salarios presentan mayor rigidez al momento de un ajuste que el promedio de los precios, no esperamos una mejora real en el promedio” de este año, afirma.
Por otra parte, concluye el informe de LCG, un poder adquisitivo erosionado podría estimular una mayor oferta de mano de obra para sumar ingresos al hogar, lo que, conjugado con un menor nivel de actividad, “podrá presionar los números de desempleo, quitándole algo de capital de negociación a los trabajadores”.