Cuando todavía el nombre de quién se haría cargo de la cartera económica era un misterio y día a día crecían las especulaciones, el finalmente designado titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán, tomó contacto con las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI). En el entorno del presidente Alberto Fernández remarcaban, en las últimas semanas, que el ministro ya estaba elegido, pero el nombre no fue confirmado hasta el final. Lo cierto es que efectivamente estaba elegido, ya que fue recibido por la titular del FMI, Kristalina Georgieva, quince días atrás. Fue el comienzo de la renegociación por el acuerdo por USD 57.000 millones que tomó Mauricio Macri el año pasado.
En ese encuentro, la titular del FMI aprovechó para presentarle al nuevo jefe de la misión para la Argentina, el venezolano Luis Cubeddu, quien asumió a fines de noviembre en reemplazo del italiano Roberto Cardarelli. Guzmán y Giorgieva tuvieron así un primer contacto de los tantos que habrá a partir de ahora, ya que se viene una etapa de negociación con el organismo para extender los plazos de pago de los vencimientos. Fuentes del organismo confirmaron el encuentro y precisaron que mañana el vocero Gerry Rice dará precisiones sobre el contenido del encuentro en sus tradicionales conferencias de prensa.
Apenas se conoció el gabinete, el FMI envió mediante un comunicado felicitaciones no sólo a Guzmán, sino también a Matías Kulfas y Miguel Pesce, por sus nombramientos al frente de Economía, Desarrollo Productivo y el Banco Central (BCRA). “Esperamos con interés trabajar con ellos”, indicó el comunicado de bienvenida. A su vez, felicitó al presidente Fernández y remarcó que comparte “plenamente su objetivo de adoptar políticas que reduzcan la pobreza y fomenten el crecimiento sostenible. El FMI sigue comprometido en ayudar al gobierno en este esfuerzo”.
Cuando el Presidente presentó a Guzmán, el viernes en Puerto Madero, lo hizo como “alguien a quien en los últimos tiempos” consultó mucho por los problemas que tiene la Argentina en materia de deuda y en ese contexto confirmó que ya estaban trabajando con el FMI. “Es un trabajo que debe hacerse silenciosamente pero que los argentinos se queden tranquilos que estamos ocupados desde hace semanas”, dijo.
De los USD 57.000 millones acordados con el FMI, hasta ahora fueron girados al país USD 44.867 millones. Pero los USD 12.000 millones restantes no serían desembolsados, ya que el propio Fernández aseguró que antes que seguir endeudándose, el país debe comenzar a crecer para poder pagar los vencimientos. En cuanto a la negociación, que deberá encarar Guzmán con quien nombre como secretario de Finanzas, el foco estará puesto en postergar los plazos y alivianar el peso de los pagos en 2022 y 2023, que son los más fuertes. Mientras tanto, el equipo económico encarará la negociación con los bonistas privados, a quienes también se les planteará un reperfilamiento de los vencimientos, con dos años de gracia.