La Confederación General del Trabajo (CGT) dará esta tarde una de las piruetas políticas más curiosas de su historia: protestará en la calle contra una “inflación que ha alcanzado niveles intolerables y que pulveriza el poder de compra de todos los trabajadores”, pero curiosamente no lo hará responsable al Gobierno, que maneja la economía desde diciembre de 2019, sino a “los grandes formadores de precios que remarcan el valor de los productos esenciales para mejorar los márgenes de ganancias”.
Esas definiciones surgen del documento consensuado por el triunvirato que lidera la CGT (Héctor Daer, de Sanidad; Pablo Moyano, de Camioneros, y Carlos Acuña, de estaciones de servicio) y que será leído al finalizar la marcha. En el texto no hay cuestionamientos al Presidente y sí, en cambio, “interpela a todos los actores políticos con responsabilidad representativa” en la solución de la crisis.
Las acusaciones contra los empresarios no figuraban en el último borrador de la declaración cegetista y fueron incorporadas hace 24 horas por pedido de Pablo Moyano, uno de los que motoriza la ofensiva contra “los formadores de precios” junto con el sindicalismo K, agrupado en la Corriente Federal de Trabajadores, que integra Sergio Palazzo (bancarios), y en la CTA kirchnerista de Hugo Yasky.
La movilización, que será la primera que realiza la central obrera durante el gobierno de Alberto Fernández, comenzará a las 15 en la Plaza de la República, recorrerá la Avenida 9 de Julio y luego Avenida de Mayo hasta Luis Sáenz Peña, en la Plaza de los Dos Congresos. No habrá escenario ni oradores. Sólo se leerá el documento de la CGT y luego finalizará la protesta.
Participarán todos los sectores sindicales, menos los gremios de la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT), que lidera Omar Maturano (La Fraternidad) e integran Roberto Fernández (UTA) y Daniel Vila (Carga y Descarga), entre otros, y la CTA Autónoma, encabezada por Hugo “Cachorro” Godoy, que hará mañana una jornada de cortes y movilizaciones contra el Gobierno. Se sumarán, además, organizaciones sociales cercanas al oficialismo como el Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie. Aunque no está confirmado, podrían adherir a la marcha militantes de La Cámpora, de buena relación con Pablo Moyano.
A la misma hora, por su parte, marcharán hacia la Plaza de Mayo partidos y movimientos sociales de izquierda y el sindicalismo combativo en reclamo de un “inmediato aumento de salarios, jubilaciones y ayuda social” y de un paro general de la CGT contra “las políticas de ajuste del Gobierno”. En las últimas horas, el Movimiento Evita negoció con dirigentes de izquierda que las columnas de una y otra movilización no se cruzarán para evitar la posibilidad de incidentes, aunque de todas formas tendrán recorridos diferentes.
El ministro de Economía, Sergio Massa, hizo un intento de que la CGT levantara la marcha para dar una señal de pacificación que ayudaría al comienzo de su gestión, pero los sindicalistas se negaron. El emisario fue Acuña, enrolado en el Frente Renovador.
El ex titular de la Cámara de Diputados ya mantuvo contacto con la CGT, las CTA y dirigentes de otros sectores: no anunció ni prometió nada, aunque confirmó el objetivo del Gobierno de otorgar una compensación salarial ante el avance de la inflación. Sin embargo, la alianza sindical que maneja la central obrera (“los Gordos”, los independientes y el barrionuevismo), que se reunió con Massa la semana pasada en sus oficinas de la avenida del Libertador 850, rechazó la idea, impulsada por Cristina Kirchner, de otorgar un aumento de suma fija para los trabajadores de menores ingresos. Para los sindicalistas de este sector, un aumento de suma fija “achata las categorías salariales” y les quita margen de maniobra en las paritarias para mejorar los sueldos.
En cambio, sus rivales internos del moyanismo y del sindicalismo K están de acuerdo en la suma fija. Cercanos a la Vicepresidenta, estos dirigentes presionaron para que la marcha incluyera un escenario y oradores para reforzar el sesgo antiempresarial que quieren darle, pero la mayoría de la CGT lo vetó junto con el líder del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, distanciado de su hijo Pablo.
Massa aguarda que termine la marcha para avanzar en la organización del primer encuentro oficial con la CGT y la Unión Industrial Argentina (UIA) para consensuar medidas que ayuden a serenar la economía. En el Gobierno hay quienes apuestan a la posibilidad de convocar a un acuerdo de precios y salarios, aunque empresarios y sindicalistas creen que ese esquema nunca funcionó.