El secretario de Sanidad británico, Sajid Javid, estimó que los casos de COVID-19 seguirán al alza en Reino Unido y baraja incluso que se disparen hasta los 100.000 diarios este verano, fruto de la nueva estrategia de “convivencia” con el coronavirus que se hará efectiva a partir del 19 de julio, al eliminarse todas las restricciones.
El primer ministro, Boris Johnson, confirmó el lunes que finalmente Inglaterra sí dará el paso final de la desescalada, lo que supondrá a partir del día 19 el fin de medidas como la mascarilla o el distanciamiento. Para el Gobierno, esto es posible gracias a la campaña de vacunación.
Sin embargo, los contagios van al alza y Javid ha adelantado en declaraciones a la BBC que el 19 de julio habrá alrededor del doble de los casos actuales, lo que supone “unos 50.000 nuevos casos al día”. Eso no es todo. Luego, advirtió: “Cuando nos relajemos y entremos en el verano, esperamos que aumenten de forma significativa y podrían llegar hasta los 100.000”.
Para el Gobierno, “lo que importa por encima de todo es la hospitalización y el número de muertos”, datos ambos que sí han mejorado en estos últimos meses. El lunes, el Ministerio de Sanidad notificó únicamente nueve fallecidos, mientras que la campaña de vacunación avanza y ya el 64 por ciento de la población tiene la pauta completa.
Según explicó Javid, actualmente se registran unos 25 mil casos por día, y la última vez que se rondó esa cifra (en la anterior ola) el número de muertes era de 500 por jornada. Ahora, la cifra es una trigésima parte de esa cantidad, ante una población con más anticuerpos.
Las autoridades estudian fórmulas para facilitar la vida a quienes tienen ya las dos dosis, algo que “tiene sentido” en opinión de Javid, que tiene previsto anunciar próximamente los cambios. El ministro, que asumió las riendas de la pandemia tras la repentina salida de su predecesor, ha abogado por “tratar de forma diferente” a quienes ya estén del todo inmunizados.
Sobre el uso de la mascarilla, Javid ha explicado que aún seguirá llevándola consigo en un futuro cercano y se la pondrá si está “en un lugar concurrido”, básicamente “por respeto a los demás”.
El anuncio de Johnson: responsabilidad individual
Está previsto que Inglaterra entre el próximo 19 de julio en la fase cuatro de la hoja de ruta establecida por el Gobierno británico para salir de las fuertes medidas establecidas a principios de año, a pesar del aumento de los contagios por la variante delta.
En una rueda de prensa desde Downing Street, el jefe del Ejecutivo precisó que, si el 12 de julio se confirman los datos epidemiológicos favorables, la semana siguiente desaparecerán las “limitaciones legales” y podrán reabrir los sectores aún clausurados de la economía, como algunos grandes eventos y el ocio nocturno, sin límite de aforo.
Johnson dijo además que se está conversando con el sector turístico y las aerolíneas para tratar de eliminar la obligación de cumplir cuarentena para aquellos viajeros vacunados que regresen al Reino Unido desde un destino ámbar, como España, Francia o Italia.
El premier reconoció que, a medida que se relajen las restricciones, aumentarán los casos de COVID, impulsados por la contagiosa variante delta, dominante en este país, pero sostuvo que ahora en verano, con las escuelas cerradas, es el mejor momento para “aprender a convivir” con la enfermedad.
“Si no abrimos ahora, entonces ¿cuándo?”, se preguntó, e indicó que el Gobierno ha tomado la decisión “sopesada y equilibrada” de proceder con la desescalada del confinamiento impuesto el pasado enero. Subrayó que, una vez se eliminen los imperativos legales -como le reclaman sus diputados-, los ciudadanos deberán emplear “su propio juicio” para valorar su comportamiento en cada situación.
“A medida que empezamos a aprender a convivir con este virus, todos debemos gestionar cuidadosamente los riesgos y ejercer nuestro propio juicio en nuestras vidas”, declaró en la comparecencia, junto a los asesores médico y científico del Ejecutivo, Chris Whitty, y Patrick Vallance.
Advierten por el riesgo
El anuncio ha sido recibido con inquietud por parte del líder laborista, Keir Starmer, primero de la oposición británica, que calificó el plan del Gobierno conservador de “peligroso” y pidió mantener alguna protección, como las mascarillas, sobre todo en los lugares cerrados o el transporte público.
El sindicato Unite, que representa a los trabajadores del transporte público, consideró que sería un “acto de grave negligencia por parte del Gobierno” suprimir el uso de las mascarillas en el transporte público dentro de dos semanas.
El Gobierno comunicó el levantamiento de las medidas cuando se registra a diario un alza de los contagios en el Reino Unido, donde en la última jornada se registraron 27.334 nuevos casos y otras nueve muertes. Las otras regiones británicas - Escocia, Gales e Irlanda del Norte - mantienen diversas restricciones.
El experto Calum Semple, de la Universidad de Liverpool, dijo a los medios que la decisión del Gobierno es un riesgo calculado. “Tenemos buenos datos ahora que indican que estamos rompiendo gradualmente el vínculo entre los contagios en la comunidad y casos graves en el hospital”, señaló Semple.
“Puntualizaría que, al mirar anoche los datos, el 88% de la gente hospitalizada, por lo que veo, no ha sido vacunada o ha recibido el preparado pero no ha tenido la oportunidad de desarrollar inmunidad”, indicó.