Con la intención de promover el arribo de capitales, el gobierno uruguayo flexibilizó los requisitos para que los extranjeros puedan obtener su residencia fiscal en ese país, una novedad a la que prestan especial atención los inversores argentinos. El decreto del presidente Luis Lacalle Pou señala que desde ahora ya no será necesario contar con u$s1,7 millones de patrimonio neto para acceder a la residencia fiscal, sino que bastará con que las personas físicas que permanezcan 60 días por año en el país adquieran una propiedad por 3.500.00 unidades indexadas (u$s377.000 a valores actuales).
También se podrá acceder a través de una inversión directa o indirecta en una empresa por un valor superior a 15 millones unidades indexadas (unos u$s1,6 millones), una cifra muy por debajo de la actualmente requerida (45 millones de UI o u$s4,8 millones). El texto oficial señala que “Uruguay es un país de puertas abiertas con política migratoria que otorga un marco de seguridad pública, jurídica y económica” y que "la política del Poder Ejecutivo en materia de inversiones se basa, fundamentalmente, en ofrecer al mundo un país de oportunidades".
También habrá una reducción de los requisitos para los extranjeros con empresas en Uruguay que a partir de julio de 2020 generen al menos 15 empleos directos en relación de dependencia. Lacalle Pou enviará además un proyecto de ley al Parlamento con modificaciones tributarias para quienes tengan la residencia fiscal, ampliando la exoneración del impuesto a la renta que generen esos contribuyentes en el exterior (por dividendos de acciones, bonos e intereses por depósitos bancarios, entre otros instrumentos).
Ya en enero, a dos meses de asumir, el mandatario había expresado su intención de atraer a capitales extranjeros para que se radiquen en Uruguay y adelantó que cambiaría normas del Banco Central vinculadas al flujo de capitales: "Flexibilizaremos alguna norma banco-centralista que dificulta mucho el ingreso de capitales", dijo entonces. En ese marco, uno de los principales públicos a los que apunta es el empresariado argentino, tanto los grandes nombres que suelen veranear allí, como a los pequeños y medianos hombres de negocios. Al respecto, se afirmaba que la iniciativa de Lacalle Pou tenía como objetivo seducir a alrededor de 100 mil argentinos, para que se instalen en Uruguay y con su capital puedan potenciar la inversión.
“Somos un país donde se puede invertir sin temores”, dijo Azucena Arbeleche en su comparecencia en el Parlamento @DiputadosUY https://t.co/uvuJU3ZvlM pic.twitter.com/jtJ36SSCsG
— Economía y Finanzas (@mef_Uruguay) June 4, 2020