Nicolás Maduro asumió la presidencia de Venezuela. A pesar de las denuncias por fraude electoral y sin haber presentado las actas, el régimen llevó a cabo una ceremonia de juramentaron en una Asamblea Nacional militarizada y con una presencia casi nula de presidentes de la región.
Maduro estuvo acompañado por la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, y el ministro del Interior, Diosdado Cabello, el triangulo de hierro de poder por debajo del líder del régimen chavista.
"Haré cumplir todas las obligaciones de la Constitución y las leyes de la República. Este nuevo periodo presidencial será el período de la paz, la prosperidad, igualdad y nueva democracia", dijo Maduro.
En paralelo, se espera la confirmación del arribo del líder opositor Edmundo Gonzalez Urrutia que, como adelantó en exclusivo LPO, surgieron dudas en República Dominicana sobre su presencia porque que rige una orden de captura que podría terminar con su detención a penas pise suelo bolivariano.
El confuso episodio con María Corina Machado durante las protestas del jueves generó incertidumbre. La información que se conoce hasta el momento es que el régimen detuvo a Machado y luego la liberó para obligarla a grabar un video que aún no está confirmado que sea verídico.
Se espera que en algún momento de este viernes, la líder opositora brinde detalles de lo ocurrido dado que hasta el momento solo publicó un tuit en el que plantea que "mi corazón está con el venezolano que fue herido de bala cuando las fuerzas represivas del régimen me detuvieron".
"Yo estoy ahora en un lugar seguro y con más determinación que nunca antes de seguir junto a ustedes HASTA EL FINAL! Mañana voy a comunicarles lo ocurrido hoy y lo que viene", continuó.
En paralelo, Maduro se aferra el poder que le dan los militares pero aún se mantienen leales al chavismo a pesar de la insistencia de la oposición en quebrar esa relación. Los planes del líder chavista es reformar la Constitución para convertir a Venezuela en un poder comunal al estilo Cuba con un sistemas prácticamente de sistema único y sin garantías para las fuerzas opositoras.
La ceremonia estuvo marcada por la ausencia de la mayoría de los presidentes sudamericanos, y que tendrá entre sus invitados a los presidentes de de Cuba, Miguel Díaz-Canel y de Nicaragua Daniel Ortega, así como la canciller de Bolivia, Celinda Sosa.
Cabe destacar que el resto de los países sudamericanos no reconocieron la victoria de Maduro, algunos rompiendo relaciones como Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay y otros manteniendo el vínculo como Brasil y Colombia.
Lo cierto es que en cuanto a representación de la comunidad internacional el escenario es similar al de 2019 cuando Maduro asumió sin legitimidad y Juan Guaidó, entonces presidente de la Asamblea Nacional, se proclamó en el cargo. En esta ocasión, la oposición no controla ninguno de los los poderes del estado.
En respuesta a la toma de mando, Estados Unidos elevo la recompensa a 25 millones de dolares para la captura de Maduro y Diosdado Cabello t 15 millones para el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
Con la detención de Machado, Trump se refirió a Edmundo González por primera vez como presidente electo en una señal fuerte para la oposición en un contexto de incertidumbre en donde no queda claro si Washington irá a fondo contra Maduro o buscará preservar los contratos petroleros de Chevron.
En su largo discurso, Maduro dijo que Milei encabeza una ultraderecha nazi y bromeó con la llegada de González al país. "Estoy esperando que llegue, estoy nervioso", ironizó.