El ministro de Economía, Martín Guzmán, atribuyó la fuerte escalada del dólar de los últimos días a la inestabilidad macroeconómica que hay en la Argentina como consecuencia de la negociación con los bonistas. El acuerdo por ahora está lejos y el gobierno nacional no descarta un default. El miércoles, el dólar blue o dólar libre llegó a los 133 pesos. Estiró la brecha con el dólar “solidario”, que cerró a $90,67. Los tipos de cambio asociados a operaciones en la Bolsa de Comercio también subieron: el contado con liqui llegó a $127 y el MEP a $122. “El dólar oficial lo mantenemos en un tipo de cambio real competitivo y estable", respondió el ministro en una entrevista con el diario El País de España.
Ante una repregunta vinculada a la escalada del segmento libre, agregó: “Argentina sigue en una situación de inestabilidad. El cambio oficial va a ir moviéndose con la inflación. Bajo condiciones de estabilidad macroeconómica se generaría estabilidad también en los mercados cambiarios alternativos”. Por último, aseguró que un acuerdo de deuda podría generar las reservas suficientes como para flexibilizar los controles de cambio. Lo fundamental es que el acuerdo sea sostenible. Queremos convertir a Argentina en un buen deudor que pueda hacer frente a sus compromisos. Y hay múltiples combinaciones de los parámetros de una oferta que son consistentes con la idea de lo que llamamos restaurar la sostenibilidad.
“Argentina tiene un problema de integración en los mercados internacionales relacionado con varios factores. Uno de ellos son los controles de capital muy rígidos, implementados en agosto de 2019 en un contexto de alta ansiedad en la economía. Argentina necesita unas regulaciones más flexibles. Para eso tenemos que construir robustez, acumular reservas que sostengan un mercado interno de deuda en pesos, un factor muy importante para que el país pueda endeudarse en su propia moneda”, señaló. Respecto de la emisión monetaria que genera el Banco Central para financiar los esfuerzos del Tesoro relacionados con la pandemia de coronavirus COVID-19, Guzmán aseguró que luego de la salida de las medidas de aislamiento social será necesario esterilizar los pesos emitidos.
“En Argentina, como el objetivo fue priorizar la salud ante la pandemia, decidimos restringir fuertemente la circulación de personas. La cuarentena afectó mucho la actividad económica y tiene un costo fiscal importante, en un contexto en el que Argentina carece de acceso al crédito internacional. Con el país saliendo de la cuarentena se crea la necesidad de esterilizar parte de la creación de dinero. Eso ya está ocurriendo. De hecho, Argentina está entrando en una dinámica positiva en el desarrollo de un mercado de deuda pública en pesos que en diciembre estaba cerrado”, comentó.
Deuda
El funcionario se mostró optimista con respecto a la posibilidad de llegar a un entendimiento con los acreedores, pese a que las negociaciones se estancaron en las últimas horas. Guzmán dijo que el país está abierto a revisar todos los elementos de la oferta realizada en la primera etapa del canje, dado que distintas combinaciones de variables podían ser compatibles con el objetivo de volver sustentable a la deuda. También dijo que “el diálogo está yendo" por los carriles que pretende el Poder Ejecutivo, aunque admitió dudas respecto a si los tiempos serán lo suficientemente rápidos.
“El coronavirus afectó toda la logística. Es muy distinto cuando el diálogo entre los acreedores y el gobierno se realiza por videoconferencia. El hecho de no estar en persona condiciona el proceso”, dijo respecto a las demoras de un cronograma en el que estaba previsto terminar las conversaciones a fines de marzo. Guzmán dijo que los acreedores todavía no han presentado una contrapropuesta y que las charlas con continúan más allá de la oferta original que implicaba tres años de gracia, quita de capital y una fuerte reducción de intereses. “Lo fundamental es que el acuerdo sea sostenible. Queremos convertir a Argentina en un buen deudor que pueda hacer frente a sus compromisos. Y hay múltiples combinaciones de los parámetros de una oferta que son consistentes con la idea de lo que llamamos restaurar la sostenibilidad”, le dijo al diario español.
Fuentes oficiales admitieron anoche a Infobae que sí hubo una contrapropuesta que por ahora se encuentra muy lejos de las pretensiones del gobierno nacional. Argentina sigue en una situación de inestabilidad. El cambio oficial va a ir moviéndose con la inflación. Bajo condiciones de estabilidad macroeconómica se generaría estabilidad también en los mercados cambiarios alternativos. También, insinuó que el período de gracia puede ser revisado. “El análisis de sostenibilidad de la deuda del FMI sugería un periodo de gracia de cinco años, en las negociaciones propusimos cuatro y dada la importancia de ese parámetro bajamos a tres años. Es un proceso que sigue”, dijo.