La advertencia de Nayib Bukele a Javier Milei
El presidente de El Salvador elogió a su par pero aseguró que el Congreso y la Justicia buscarán limitar las reformas.
Autoproclamado como “dictador cool” y con una alta popularidad, a pesar de las denuncias en su contra por violaciones de derechos humanos, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, elogió anoche a Javier Milei en sus primeras semanas de gestión pero le advirtió que, al igual que en su país, enfrentará obstáculos difíciles de superar, entre ellas, la oposición del Congreso y el Poder Judicial a sus reformas y políticas.
Según el salvadoreño, Bukele recordó una conversación telefónica que mantuvo con su par argentino para felicitarlo luego de ser electo y mencionó sus dos inconvenientes principales: el económico y la oposición política e institucional.
“El tiene un reto muy grande, y muy difícil, se lo dije a él”, aseguró el jefe de Estado caribeño, actualmente fuera de funciones por ser candidato a la reelección, durante un foro junto a más de 3.000 personas de diferentes países de América Latina.
Bukele aseguró que uno de los mayores desafíos para Milei “es que Argentina tiene un problema inmenso de falta de divisas, una especie de bomba de tiempo”. Y caracterizó precisamente cuál es el segundo obstáculo de su gestión que empieza a verse en estas primeras semanas de gobierno de La Libertad Avanza (LLA): “Como nos pasó en El Salvador, va a enfrentarse con un sistema que no está de acuerdo con él”.
A su vez, el mandatario agregó que “él puede ser presidente, la persona con el cargo más importante políticamente hablando, pero va a haber un Congreso, un órgano Judicial, un Tribunal Constitucional, y se va a enfrentar con realidades políticas como las que nos enfrentamos nosotros en nuestros primeros dos años de gobierno. Queríamos ir a A, y el sistema nos regresaba a B”, ilustró el gobernante sobre los reveses que tuvo al comienzo de su experiencia política.
Desde su punto de vista, el joven gobernante salvadoreño de 42 años insistió que en la primera etapa de su mandato enfrentó un Congreso opositor y a un sistema judicial que consideró adverso, y que en ese escenario “es difícil tratar de darle soluciones a un país que tiene tantos problemas” cuando “ni siquiera se pueden aplicar políticas que teníamos pensadas”.
“Yo se lo dije a él (Milei), que le deseaba suerte, que le deseaba lo mejor y que esperaba que pudiera sobreponer esos obstáculos, el obstáculo de la realidad como el obstáculo del sistema que va a tratar de bloquearlo. No va a ser fácil”, subrayó.
De hecho, este miércoles, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo suspendió la reforma laboral del megadecreto de necesidad y urgencia (DNU) que Milei firmó el 21 de diciembre y que entró en vigencia el viernes pasado. Tampoco el actual mandatario está logrando el acuerdo de la mayoría de los legisladores del Congreso para que el DNU sea aprobado por las dos cámaras, al igual que su proyecto de Ley Ómnibus.
Además, Bukele le recordó que la tercera dificultad que encontrará y que “nos enfrentamos todos los seres humanos es el costo de nuestras decisiones”. “Si tomamos buenas decisiones, eso no nos garantiza que van a salir bien las cosas por los obstáculos, pero si se toman malas decisiones, pues peor”, advirtió el líder de derecha. “En una economía tan grande y frágil como la de Argentina, una mala decisión puede costar muy caro”, concluyó.
De esta manera, el presidente salvadoreño trazó un paralelo entre el gobierno de Milei con su experiencia de gobierno, que es duramente cuestionada por organismos internacionales y de derechos humanos por sus rasgos antidemocráticos.
Según el subdirector en funciones para las Américas de Human Rights Watch (HRW), Juan Pappier, señaló el año pasado que El Salvador estaba atravesando una “debacle autoritaria”, debido a que el gobierno de Bukele “intensificó su represión contra los periodistas y la libertad de prensa” y, por lo tanto, ya no era una “democracia”. Las organizaciones humanitarias salvadoreñas y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) en el marco del régimen de excepción salvadoreño, en la que se han recibido más de 7.900 denuncias de atropellos, la mayoría por detenciones arbitrarias.