En lo que será una semana maratónica de recorridas para la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, este lunes comenzaron los actos de cierre de campaña. El escenario fue la Ciudad de Buenos Aires, donde compartió escenario con el actual jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y el candidato a sucederlo, Jorge Macri.
El tono del evento fue de fuerte crítica hacia el kirchnerismo, pero también apuntó contra el referente libertario, Javier Milei. La intención fue intentar meterse en la discusión por entrar a la segunda vuelta, donde tanto Sergio Massa como el dirigente de La Libertad Avanza busca excluirla de la carrera presidencial.
“Sé que lo que venimos sufriendo los argentinos y sentimos la misma tristeza. Después de 20 años de kirchnerismo tenemos miedo de andar por la calle, miedo de que nos maten, miedo de que les roben a los chicos cuando van al colegio. Que algunos usen las aulas con el único objetivo de adoctrinarlos y no para educarlos. Tenemos miedo que se lleven el trabajo de todos y se lo lleven a su bolsillo”, inició su discurso Bullrich.
Y agregó: “Nos duele que nuestros jubilados tengan jubilaciones de hambre, que nuestros hijos piensen que la única salida es irse. En esta Argentina del miedo y del dolor venimos a plantearles que no nos vamos a dejar amputar el futuro nunca más. Hace muchos años que luchamos juntos y ante el intento de destrucción de la república”.
“Hay que gritar, el kirchnerismo no existe más”, cantaba el público presente. Antes, el propio Jorge Macri había iniciado un cántico: “Olé olé, olé olé olá, a la Argentina la vamos a transformar”. “Ha llegado el momento de terminar de una vez y para siempre con esta pesadilla que ha sido el kirchnerismo. Y se termina gracias a todos y cada uno de ustedes. A los que salieron en cada plaza por las escuelas abiertas, contra le vacunatorio vip, por el asesinato de Nisman, por el campo. Ahí siempre estuvo Juntos por el Cambio. Nadie más estuvo ahí”, reafirmó la candidata de JxC.
“Se robaron todo, nos quisieron destruir. Pero no pudieron. Acá estamos de pie, como una fuerza política para cambiar el país. Necesitamos de todos los argentinos. Estamos frente a una oportunidad histórica. En 40 años de democracia, es la primera vez que el cambio tiene mayoría. Tenemos la mayoría parlamentaria, más de 500 intendentes y 10 gobernadores”, completó la exministra de Seguridad.
La mayor parte de su discurso fue contra el oficialismo. “Cuando fuimos gobierno nos hicieron la vida imposible todos los días. Ahora somos más y tenemos más fuerza. No los vamos a dejar corrernos ni un milímetro del gobierno que vamos a empezar el 10 de diciembre. Tener más poder que ellos implica no convivir más con la extorsión. ¿Dónde están ahora con 140% de inflación? En las cuevas. Pero nunca más nos sacan la gobernabilidad. Los que tienen miedo ahora son ellos. La mafia tiene miedo”, aseguró.
Pero también se tomó un tiempo para cuestionar a los libertarios. “Esta Argentina destruida y ultrajada no se arregla con fórmulas mágicas. Las ideas de Milei son malas, no se pueden llevar a cabo. Fíjense que dolarizar sin dólares es imposible. No compren espejitos de colores”, apuntó Bullrich. E indicó: “Hay que trabajar con ideas claras. Por eso los gobernadores diputados e intendentes, y Larreta como jefe de gabinete, para armar el equipo más compacto y fuerte que nos pueda sacar adelante”.
En la misma línea, marcó claras diferencias con la propuesta de Milei: “Es peligroso desregular las armas. Podría pasar que un mantero las venda en la calle y al día siguiente va un loco a la escuela y mata chicos. No queremos esa sociedad. No queremos una escuela con vouchers. Queremos educación pública gratuita y de calidad, como la de Sarmiento. Yo fui ministra de Seguridad y vi los informes de venta de órganos. Matan chicos para vaciarlos y vender sus órganos. Queremos una argentina donde se respete el Incucai”.
Por último, envió un mensaje a los más jóvenes: “Tienen razón de pedir un cambio, pero tienen que poner la fuerza en terminar con 20 años de kirchnerismo. Estamos cerca de lograrlo, sin saltos al vacío. Sin mentiras, sin cinismo y sin querer romper todo”. Y cerró: “El cambio es ahora y es para siempre”.