En la primera mañana de la cuarentena más estricta que estableció el presidente Alberto Fernández desde este miércoles hasta el 17 de julio, con el objetivo de bajar los contagios por coronavirus en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), varios accesos a la Ciudad de Buenos Aires presentaban largas filas de autos, debido a los controles más estrictos.
El peaje de Dock Sud y en Parque Avellaneda se registraban colas de hasta 3 kilómetros, mientras que en el caso de Puente La Noria, está muy trabado el tránsito en la mano que va a la Ciudad de Buenos Aires. Hay controles no solamente a los autos particulares sino también a los pasajeros que viajan en los colectivos. En la Autopista Buenos Aires-La Plata hay una gran fila de autos aguardando ser habilitada a ingresar a la Ciudad.
Mientras que en el puente Pueyrredón, presenta demoras de más de 40 minutos para poder atravesar los retenes. Los ejes oficiales para el éxito de bajar los contagios estará en el control y la circulación, por lo que el Gobierno quiere reducir en más de dos millones la cantidad de permisos otorgados. De 1,3 millones que habían sido liberados en la Ciudad de Buenos Aires, bajarían la cifra a 700 mil. Y en la provincia de Buenos Aires, se reducirían de 4 millones a 2,5.
En el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) circulaban casi 6 millones de personas con permisos de trabajadores esenciales, sobre un total de 8 millones en todo el país. Se quiere evitar también un mal uso de los permisos que eran por 48 horas para situaciones especiales, como visitas a familiares o de padres separados. Estos serán ahora de 24 horas y dos veces por semana.
Pero se atenderá la situación de quienes argumenten que deben cuidar a personas varios o todos los días de la semana, como adultos mayores o con discapacidad. El foco de la reducción de circulación está puesto en la Ciudad de Buenos Aires (que gobierna Horacio Rodríguez Larreta) y en los distritos del conurbano bonaerense, bajo la jurisdicción del gobernador Axel Kicillof.