Crimen del empresario: detuvieron a una mujer trans
Está acusada de robar la valija donde hallaron a la víctima descuartizada.
El domingo pasado, el cuerpo de Fernando “Lechuga” Pérez Algaba, un empresario e influencer de 41 años, fue encontrado completamente descuartizado dentro del canal que contiene al arroyo Rey, ubicado en la calle Comodoro Rivadavia, entre Figueredo y Azamor, en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge. Un grupo de chicos que jugaba en las inmediaciones del lugar halló los restos. Tras el relevamiento de sus huellas dactilares, anoche se confirmó la identidad del cadáver, una tarea realizada por el área de dactiloscopía de Policía Científica de la Bonaerense. La investigación está cargo de Marcelo Domínguez, de la UFI N°5 de Lomas de Zamora.
Según indicaron fuentes judiciales a Infobae, parte del cuerpo desmembrado de Pérez Algaba estaba en el interior de una valija roja, tirada en medio de una gran cantidad de basura. Los restos, además, estaban cuidadosamente embalados en una bolsa de consorcio. Su cabeza estaba dentro de una mochila que también fue encontrada en el lugar.
Por el momento, la única detenida en el caso es una mujer trans. De acuerdo con las fuentes judiciales consultadas por este medio, dentro de la valija encontraron documentación perteneciente a una familia. Cuando los investigadores fueron a allanar a esas personas, el grupo familiar dio dos datos: admitió que efectivamente la valija era suya pero que la mujer trans, cuyo domicilio se encuentra ubicado cerca del lugar del hallazgo y es cercana a ellos, se las había robado.
La conexión con ese objeto hizo que los investigadores aprehendieran a la sospechosa para esclarecer si tuvo participación en el hecho.
Sin embargo, en principio no tendría nada que ver con el crimen y según indicaron las fuentes, todavía no declaró.
Luego de observar el cadáver, los chicos dieron aviso a sus padres y luego toda la situación fue informada a la Policía.
Pocos minutos después, llegó al lugar un móvil de la Comisaría 10 de Lomas de Zamora y personal de la Policía Científica. Allí, pudieron comprobar que se trataba de dos brazos y dos piernas de un hombre, que pertenecían a una misma persona.
Hasta ese momento no se sabía quién era. Poco más de 48 horas después se confirmó que se trataba del empresario. Además de las huellas que levantaron los investigadores, fueron clave también para la identificación los tatuajes que lucía en las extremidades, cuyo cotejo con fotos de las redes sociales permitió ratificar que se trata de “Lechuga”.
El empresario ingresó al país desde España y alquiló un departamento en la calle Olazabal, Ituzaingó, por lo que realizaron allanamientos en su vivienda y no encontraron su teléfono celular o su billetera, como tampoco demás elementos que puedan ser de interés para la causa.
Hasta el momento, la única información que se tiene es la documentación de una familia encontrada en la valija en donde aparecieron los restos, por lo que Domínguez ordenó que se realicen una serie de procedimientos en la vivienda de estas personas para poder establecer si tienen o no algún tipo de vinculación con el crimen. Fue ahí que se obtuvo el dato de la mujer trans demorada. En paralelo al hallazgo, se determinó que en Ituzaingó tramitaba una causa por la desaparición del hombre.
Otro dato que llamó la atención de los investigadores fueron los cortes en los miembros de la víctima. De acuerdo con las primeras observaciones, se trató de una maniobra hecha de manera prolija y propia de alguien que había lo que estaba haciendo. Un profesional. Además, se tomó el trabajo de envolver los restos con la misma dedicación que puso en el desmembramiento.
El nombre de Pérez Algaba saltó a cierta fama en los medios de comunicación en 2022 cuando golpeó a un agente de tránsito en Mar del Plata.
“Lechuga” conducía su Mercedes Benz, cuando fue detenido por un control vehicular para realizarle un test de alcoholemia. Sin embargo, el hombre se bajó del vehículo y golpeó al agente, por lo que los oficiales de seguridad tuvieron que intervenir.
En consecuencia, se lo imputó por resistencia a la autoridad y se le suspendió preventivamente la licencia de conducir, puesto que no solo había agredido al hombre sino que también contaba con varios antecedentes de imprudencia al volante. Tenía un total de 130 mediciones de alcoholemia y se le habían secuestrado 15 vehículos por dar con graduaciones positivas.
En su perfil de Instagram contaba con más 900 mil seguidores, a los que le mostraba su fanatismo por los autos de alta gama. Con domicilio en Castelar, Pérez Algaba supo hacer negocios en el extranjero. Hasta principios de este año, residió en Miami, Estados Unidos, donde se dedicaba a la venta y alquiler de autos de alta gama. Luego, estuvo en España y decidió volver a la Argentina por motivos que aún se desconocen.
Su último negocio conocido en el país fue una SRL con domicilio en Morón dedicada a la venta minorista en Internet, al menos según los papeles de la AFIP. De igual forma, no era su único rubro en el que se manejaba, puesto que operaba en la bolsa, invertía en criptomonedas.