Luego de las nuevas medidas aplicadas por el gobierno nacional, la Ciudad de Buenos Aires estableció sus propias restricciones para hacer frente a la segunda ola de coronavirus. Dentro de ese marco, las autoridades porteñas establecieron una estrategia sanitaria basada en cuatro pilares: fortalecimiento del sistema de salud; vacunación; testeo, rastreo, detección, aislamiento y seguimiento; y responsabilidad social.
Dentro de esos pilares, la Ciudad implementará las siguientes medidas a partir de las 0 horas del viernes 9 de abril:
📌Nocturnidad: tal como lo estableció el Gobierno nacional, en los bares, restaurantes, cines y teatros se van a cerrar las puertas a las 23 y no se va a poder entrar. Quienes para esa hora todavía se encuentren dentro, podrán quedarse a terminar su comida o su función y retirarse antes de la medianoche. Los negocios gastronómicos pueden reabrir a las 6 de la mañana.
📌Restricción a la circulación: esta medida no apunta a quien está volviendo a su casa o cumpliendo una función esencial, sino a evitar las concentraciones de gente.
📌Movilidad: los comercios no esenciales abrirán a partir de las 10 con el fin de escalonar la movilidad de la mañana y evitar que se generen aglomeraciones de trabajadores, estudiantes y docentes.
📌Los espectáculos masivos se van a reprogramar y van a cerrar los casinos y los bingos.
📌Teletrabajo: se recomienda reducir al máximo posible la cantidad de personas en los lugares cerrados. Gran parte del equipo de Gobierno se encuentra abocado a tareas vinculadas al COVID-19 y en atención al público: en centros de testeos, vacunatorios, hoteles, aeropuertos y call center. Todo el resto va a trabajar de forma remota y la Ciudad le pidió al sector privado que acompañe la medida.
📌Libre estacionamiento: se va a liberar el estacionamiento en la Ciudad para que todos aquellos que deban movilizarse puedan usar el auto y eviten el transporte público, que se encuentra especialmente destinado para trabajadores esenciales.
📌Fiscalización y controles: se van a reforzar los controles en el espacio público, en las zonas comerciales y gastronómicas, en el transporte público y en los centros de trasbordo, para garantizar el cumplimiento de los protocolos y que las distintas actividades puedan seguir funcionando de manera segura.