“Si yo paro, ¿qué pasaría?”. En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la pregunta interpela y funciona como puntapié para generar conciencia acerca de todas las tareas no pagas que realizan mayormente las mujeres, como las tareas de cuidado y el trabajo doméstico. Es lo que la antropóloga feminista italiana Silvia Federici resumió así: "Eso que llaman amor es trabajo no pago”. Como este año 8 de marzo cayó domingo, la propuesta fue trasladar el reclamo del #8M al #9M. “Es importante seguir en las calles, como venimos haciendo todos estos años, para seguir poniendo en discusión las particularidades que nos aquejan por ser mujeres y la doble opresión que sufrimos por nuestra clase y nuestro género”, asegura a Infobae Belén Spinetta, periodista especializada en temáticas de género e integrante de la Campaña por la Emergencia Nacional en Violencia contra las Mujeres.
Algunas mujeres podrán y querrán sumarse al paro, otras no. En ese caso, podrán hacer visible su adhesión de distintas maneras: usando sus pañuelos verdes es una opción para quienes están a favor del derecho al aborto legal. Las que tienen un examen en la facultad o en el colegio pueden expresar que, aún rindiéndolo, están participando de una huelga que es global. “Lo importante es que sepan que hoy hay un Paro Internacional de Mujeres y que es un día para nosotras. Eso también es sumarse a la huelga feminista”, agrega Marta Dillon, periodista y activista. ¿Qué hacer, si no se puede faltar a trabajar? Desde leer o meditar, hasta escribir una lista de las tareas que suelen hacer en casa (y que pasan inadvertidas) y compartirla con otras mujeres: amigas, compañeras de trabajo o de la facultad, vecinas o familiares. ¿Qué no hacer? Usar servicios como Netflix o Spotify; evitar las compras; cargar nafta, ni usar transporte público. Lo más importante -sostienen las organizadoras-: no realizar tareas domésticas.
Por su parte, Mariana Contartessi dialogó en En Tiempo Real con la legisladora porteña del Frente de Todos, Claudia Neira. “Seguimos lamentando una muerte cada 23 horas, los femicidios no paran y necesitamos estar todas juntas”, dijo la funcionaria. Escuchá la entrevista completa a continuación.
Bajo el lema: “La deuda es con nosotras: vivas, libres y desendeudadas nos queremos. Aborto Legal ya”, mujeres y disidencias se sumarán hoy al Paro Internacional de Mujeres (PIM) que, desde 2017, se replica en distintos países de América Latina y el mundo. El objetivo es manifestarse contra la violencia machista en todas sus formas y expresiones: sexual, social, cultural, política y económica. A partir del primer #NiUnaMenos, en 2015, hubo una irrupción del movimiento feminista a nivel mundial. “Logramos poner en agenda la Legalización del Aborto en Argentina y, durante 2018, se logró la media sanción del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Ahora, más allá de lo que dijo el presidente Alberto Fernández en la apertura de sesiones en el Congreso de la Nación, vamos a seguir insistiendo para que definitivamente sea ley", dice Spinetta.
Las deudas con las mujeres son muchas. En Argentina, en lo que va de 2020, hubo 66 femicidios. “Mirá sus caras, masticá bronca y convertila en lucha”, proponen desde la página oficial de Facebook de la Campaña por la Emergencia Nacional en Violencia contra las Mujeres. “En este contexto, volvemos a insistir en que se declare la emergencia pública en materia de violencia de género para que exista el presupuesto adecuado para desplegar las políticas públicas de asistencia y prevención que permitan frenar los femicidios. Entendemos que es una avance que se haya constituido el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades pero necesitamos que ese organismo pueda llevar a cabo las medidas que venimos planteando, como por ejemplo, las casas refugios en todo el país o un salario mínimo vital y móvil para las mujeres en situación de violencia y violencia económica, que es la que ejercen muchos hombres para seguir dominando”, dice Spinetta.
Desde el colectivo trans el foco está puesto contra la violencia institucional y en pos de alcanzar el cupo laboral trans. “Necesitamos que el Estado, sus instituciones y órganos administrativos reconozcan y registren todas las identidades. No puede haber cupo trans si todavía nos seguimos manejando en términos de registro biológico Femenino/Masculino. Es un registro totalmente anacrónico”, sostiene la activista teórica e investigadora trans Lara María Bertolini, integrante de la mesa de géneros del Sindicato de Trabajadoras Judiciales de la República Argentina (SITRAJU) y directora de www.travazona.org. En sintonía con ella, Spinetta agrega: "Las mujeres y los colectivos de diversidad sexual somos parte de un mismo movimiento”.