Estados Unidos e Irán elevaron ayer la tensión en el Golfo Pérsico luego de que el gobierno norteamericano acusó a Teherán de estar detrás de los ataques contra dos petroleros en el Golfo de Omán, a los que calificó como "un asalto flagrante contra la libertad de navegación".
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo que el incidente "es un inaceptable recrudecimiento de las tensiones por parte de Irán" y pidió unidad a la comunidad internacional ante las supuestas acciones de Teherán. Pompeo explicó que el análisis estadounidense para llegar a esta conclusión se fundamentó en el tipo de armas usadas en el ataque y el nivel de "sofisticación" de la operación.