Este miércoles, murió Henry Kissinger, una de las más reconocidas figuras de la política estadounidense y quien fue secretario de Estado durante los mandatos de Richard Nixon y Gerald Ford.
Kissinger falleció a los 100 años en su residencia de Connecticut, según confirmó en un comunicado de su firma consultora Kissinger Associates.
Tras celebrar su cumpleaños número 100 en mayo, “permaneció activo” a pesar de la edad, de acuerdo a la declaración de su firma. “Trabajo unas 15 horas al día” había asegurado durante una entrevista con CBS News semanas antes de esta celebración.
Kissinger, quien también fue estadista y académico, nació en Alemania el 27 de mayo de 1923, como Heinz Alfred Kissinger. En 1938, menos de tres meses antes de La Noche de los Cristales Rotos, su familia judía huyó de la Alemania nazi hacia Nueva York, donde comenzaron a llamarlo Henry. En 1943, se naturalizó como ciudadano estadounidense.
Después de terminar la secundaria, se inscribió en el City College de Nueva York para estudiar Contaduría, pero fue reclutado por el ejército estadounidense luego de cumplir los 19 años. Así, volvió a su país natal como intérprete de alemán, pero también arrestó a miembros de la Gestapo y ayudó a liberar a los prisioneros del campo de concentración de Ahlem.
Por su trabajo en la unidad de contrainteligencia del ejército, donde desarrolló informes que condujeron a los arrestos de la Gestapo, recibió la Estrella de Bronce. Cuando volvió de la guerra, se inscribió en Harvard, donde también completó su doctorado y luego se unió a la facultad. En 1957, fue nombrado director asociado del Departamento de Gobierno y Centro de Asuntos Internacionales de Harvard. También fue consultor de varias agencias gubernamentales, incluido el Departamento de Estado.
Fue elegido por Nixon como su asesor de seguridad nacional en 1968 y, durante su segundo mandato, el presidente lo nombró secretario de Estado. De esta manera, se convirtió en el primero en ejercer ambos cargos al mismo tiempo y se mantuvo en dichos puestos tras la renuncia de Nixon, durante la administración Ford.
Se destacó por practicar la “realpolitik” (una manera de actuar basada sobre objetivos prácticos más que en ideales morales). A él se le atribuye la el trabajo diplomático entre Estados Unidos con la Unión Soviética y China. Negoció las Conversaciones sobre Limitación de Armas Estratégicas y el Tratado sobre Misiles Antibalísticos con la URSS. Además, impulsó conversaciones secundarias entre Estados Unidos y China a principios de 1970, lo que dio pie a las relaciones diplomáticas formales y a la histórica visita de Nixon a China en 1972. Gracias a su diplomacia, también ayudó a contener la guerra árabe-israelí de 1973.
En cuanto a su lado controvertido, se le acusó de tener un papel clave en el bombardeo masivo de Camboya por parte de Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam, en el que murieron miles de civiles y desencadenó el surgimiento del régimen genocida de los Jemeres Rojos. Sin embargo, también compartió el Premio Nobel de la Paz en 1973 por su participación en las conversaciones destinadas a poner fin a la guerra de Vietnam.
También fue duramente criticado por ser un participante clave en el derrocamiento de Salvador Allende y respaldar el golpe de Estado de Jorge Rafael Videla. En 1976, Kissinger alentó a la Junta Militar: “Si hay cosas que deben hacerse, deben hacerlas rápidamente”. Además, visitó la Argentina en 1978, ya retirado del gobierno, al ser invitado por Videla.
Después de dejar el gobierno en 1977, Kissinger se mantuvo vigente en el mundo de la política exterior. Incluso cuando tenía más de 90 años, continuó interviniendo públicamente en eventos globales, asesoró a clientes empresariales y, en privado, a presidentes estadounidenses.
“He tenido el honor de haber podido hacer cosas a veces pequeñas y a veces más importantes para 10 presidentes, empezando por Kennedy”, dijo Kissinger en una entrevista con CBS News en 2012. “Tenía una relación muy amistosa con Bush 43. Me invitaba con bastante frecuencia a hablar con él”.
También conversó sobre política exterior con Trump, quien lo recibió en la Casa Blanca en 2017.