Rusia dejó de pagar su deuda soberana en moneda extranjera por primera vez en un siglo y cayó oficialmente en estado de default, en
lo que representa el punto cúlmine de las sanciones occidentales cada vez más duras que cerraron las vías de pago a los acreedores
extranjeros.
Durante meses, el país encontró caminos para esquivar las sanciones impuestas tras la invasión de Ucrania por parte del Kremlin. Pero
el domingo terminó el período de gracia de unos USD 100 millones de dólares en pagos de intereses que vencían el 27 de mayo, un plazo
que se considera un evento de impago si no se cumple.
La ventana de 30 días se activó cuando los inversores no recibieron los pagos de los cupones de los bonos denominados en dólares y
euros el 27 de mayo.
El dinero quedó atrapado después de que el Tesoro de EEUU dejara expirar una laguna en las sanciones, eliminando una exención que había permitido a los tenedores de bonos estadounidenses recibir pagos del soberano ruso. Una semana después, el agente pagador de Rusia, el National Settlement Depository, también fue sancionado por la Unión Europea.
Rusia se opuso a la designación de default, diciendo que tiene los fondos para cubrir cualquier vencimiento y que se vio obligada a no pagar. La semana pasada anunció que pasaría a pagar sus USD 40.000 millones de deuda soberana en rublos, criticando una situación de “fuerza mayor” que, según dijo, fue fabricada artificialmente por Occidente.
La declaración formal de un default, generalmente a cargo de las calificadoras de riesgo, no va a llegar en las próximas horas. Esto es porque, como parte de las sanciones de Occidente tras la invasión de Ucrania, las firmas de riesgo crediticio dejaron de monitorear a la deuda de Rusia. También podría haber una formalización del evento de impago si 25% de los tenedores de los papeles cuyos vencimientos no fueron honrados optan por llamarlo así. Pero no tienen necesidad alguna de hacerlo.
El último evento de default de Rusia ocurrió tras la caída del Muro de Berlín y a poco del final de siglo. Durante la crisis financiera rusa y el colapso del rublo en 1998, el gobierno de Boris Yeltsin dejó de pagar USD 40.000 millones de su deuda local. Pero la deuda externa no cayó en default, aunque se declaró una moratoria.
La última vez que Rusia cayó en default frente a sus acreedores extranjeros fue hace más de un siglo, cuando los bolcheviques de Vladimir Lenin repudiaron la enorme carga de la deuda de la era zarista en 1918.