En una economía de alta inflación como la argentina, el uso de dinero en efectivo resulta cada vez más obsoleto. Esto, sumado a la irrupción del Covid-19 y la consecuente necesidad de avanzar en la digitalización de pagos y trámites, propició el boom de las billeteras virtuales y fintechs, además de afianzar el uso de tarjetas de crédito y débito. Sin embargo, todas requieren de un factor clave para funcionar: Internet. Así, usuarios de ambos lados del mostrador quedan supeditados al buen funcionamiento de la red. La caída de la señal, su falta de alcance y los ocasionales colapsos se traducen en la cancelación de muchas operaciones.
Atendiendo a este problema, la empresa de inteligencia artificial "Inipop" creó "Inipay", un artefacto que permite realizar cobros y pagos sin la necesidad de conexión. "Nosotros somos un carrier de negocios, que llevamos billeteras virtuales al mercado. Desplegamos la red en las ciudades y habilitamos esos mercados. Somos un habilitador de mercados de bancos y billeteras virtuales", dice a Ámbito Enrique Cortés Funes, Co-founder y CEO de Inipop.
#Telenueve | Para llevar pagos digitales a lugares que no cuentan con conexión a internet https://t.co/g2PCLCmRsy
— Telenueve (@telenueveC9) April 14, 2021
Un problema regional
"En Latinoamérica existe una brecha de infraestructura muy grande. Son cerca de 20 años de atraso en relación a otras economías. Eso se ve muy marcado en términos de conectividad; en algunos lugares te hablan del 5G, mientras que otros todavía están con el 4G, el 3G o el 2G. En ciudades con menos de 100 mil habitantes encontramos que hay buena conectividad en la avenida principal, pero cuando medís esto dentro de la lógica de los pagos digitales, hay un montón de oportunidades comerciales que quedan desatendidas. ¿Qué hace un vendedor ambulante o un taxista? Muchos circuitos quedan afuera de la economía digital por falta de infraestructura", analiza Cortés Funes. Llevándolo al llano, explica: "Sabés dónde te tomás un taxi, pero no sabés cómo va a ser la cobertura cuando te bajes.
Eso se asocia a otro problema regional, que es la lógica del multioperador. En muchas ciudades las empresas se dividen las zonas de cobertura. Si vos tenés un taxi y tenés que cobrar, ¿vas a tener un chip de cada compañía? Dada esta situación, hay miles de oportunidades comerciales. La venta ambulante es bestial. Un peluquero, una manicura, quienes venden ollas o cosméticos, por ejemplo, cobran en efectivo y no hay nadie trabajando en unir a estas personas".En este sentido, ejemplifica con actividades masivas de la economía cotidiana: las ferias, los recitales y los partidos, entre otras. Según dice el CEO de Inipop, "en el mundo preCovid (o post), con 1.000 o 2.000 personas se saturaban las redes. Pasaba en los recitales y en los partidos. Si no podías mandar un mensaje, menos ibas a poder comprar, porque los pagos digitales compiten con el uso normal de Internet. Competís contra el que está al lado tuyo y le está mandando una foto de Facebook a su mamá".
A la hora de idear Inipay, Cortés Funes y su socio, Alejandro Repetto, se preguntaron cómo incorporar a la economía digital todas las oportunidades de comercio que quedaban afuera. Según sus datos, un 50% de la población de la región no está bancarizada; a esto se le suma que los medios financieros más importantes se enfocan principalmente en los grandes centros urbanos. Ante este escenario, parte de la respuesta llegó desde el pasado: la radio. Inipay se ejecuta mediante la radiofrecuencia, utilizando tecnología vieja que permite llevar datos hasta a 15 kilómetros de distancia. Esto implica que en un lugar donde no hay conectividad o está colapsada, se pueden garantizar los pagos. En concreto, el artefacto requiere de un celular -al que se conecta vía Bluetooth- y es similar a los que utilizan sistemas como Mercado Pago.
Parte de su desarrollo se basa en el acceso masivo a los smartphones que hubo en Latinoamérica. Si bien funciona con 3G, 4G y WiFi, cuando estas redes no pueden garantizar el servicio, se activa la radiofrecuencia. El aparato envía una señal a concentradores o gateways, que pueden estar hasta a 15 kilómetros de distancia, en sitios donde sí hay conexión a Internet. Allí se procesa el pago en tiempo real, que puede ser con tarjetas o billeteras virtuales, y se devuelve la confirmación o la negativa de la transacción. "Trabajamos bajo una lógica de proyectos, pero para Inipay usamos una de producto. Nos llevó entre 12 y 18 meses.
Ahora estamos teniendo una recepción muy buena. Lo nuestro es bastante revolucionario porque extendemos la infraestructura con electrónica barata. Podemos montar una red en una ciudad en menos de un mes y medio. Por eso es muy fuerte el impacto", reflexiona el CEO. Y añade: "En un país como el nuestro, este proyecto tiene todo el sentido el mundo. Hay otras cuestiones que están en el medio; por ejemplo, el pago de subsidios. Todo el mundo tiene derecho a cobrar un subsidio. En el contexto de Covid-19, hay personas que tienen que movilizarse para buscar efectivo a un banco. Esto implicaría poder dotarlas de dinero en una billetera que podrían usar desde su casa. Con esta tecnología y un smartphone podríamos resolver el problema sin que la persona se movilice; son cosas que pasan el siglo XXI y nos parece una locura".
Visión de futuro
Actualmente, Inipop está en diálogo con bancos y fintechs como parte de la búsqueda de sponsors y partners para masificar su sistema. Entre sus cálculos, la empresa cuenta con que hay un mercado potencial de 6 millones de personas en la Argentina, distribuido en 320 ciudades. Sin embargo, cuando se lleva al plano latinoamericano, los números abruman: 150 millones de personas podrían beneficiarse con el sistema. Cortés Funes detalla: "Somos enablers de mercados; habilitamos nuevos mercados. Vamos, desplegamos una red, empezamos a distribuir dongles a oportunidades que están desatendidas y les ofrecemos a fintechs y bancos el negocio de adquirencia; que incorporen a esas oportunidades a la economía digital.
Hay una oportunidad gigante de mercado, no solo de impacto social y de desarrollo económico, sino también de negocios. Por eso es algo tan fuerte e importante. Estamos viendo todas las oportunidades cross que están desatendidas". No es la primera que Inipop irrumpe con innovaciones de fuste: en 2016 presentó el primer auto autónomo de Latinoamérica. Lo hizo mediante la financiación del Gobierno de la Ciudad, hecho que convirtió a Buenos Aires en la tercera urbe en impulsar un proyecto de este tipo, solo antecedida por Singapur y Londres.