Peligros de la App para los que vuelven a trabajar en la cuarentena
Expertos sostienen que usa protocolos poco seguros y que el grado de control de los usuarios puede ser “muy alto”.
Cuidar es la aplicación que presentó el Ministerio de Salud de la República Argentina destinada a la prevención y al cuidado de la ciudadanía frente a la pandemia del COVID-19. Desde su fecha de lanzamiento, el pasado 23 de marzo, ya suma más de 2 millones de descargas, entre los usuarios de iOS y Android. La plataforma es un desarrollo público-privado que se llevó adelante desde Jefatura de Gabinete junto a la Cámara de la Industria Argentina del Software, ARSAT, el Conicet y la Fundación Sadosky, entre otras entidades. Permite, a quien se la descargue, realizar una autoevaluación de los síntomas de coronavirus, así como tramitar y portar desde allí el certificado único de circulación, que deben tener quienes realicen tareas exceptuadas durante el confinamiento.
Aunque la app tiene un mes y medio de vigencia, su nombre volvió a sonar con fuerza después de la última conferencia de prensa de Alberto Fernández, el viernes 8 de mayo. Allí, el primer mandatario adelantó que quienes se reintegraran a sus trabajos (en el marco de la flexibilización de la cuarentena) debían cumplir con los requisitos establecidos en la plataforma “Cuidar”. A partir de ese momento, se desataron todo tipo de dudas y polémicas en torno a esta aplicación. ¿Qué datos va a recopilar y de qué manera? ¿Dónde van a conservarlos y hasta cuándo? ¿Quién garantiza la integridad de esos datos? ¿Están cifrados de manera adecuada? ¿Qué pasa si hubiese filtración o un hackeo de esa información? ¿Se puede garantizar que no van a ser alterados y/o manipulados o cruzados con otros datos?
La aplicación Cuidar se encuentra disponible para iOS y Android. Se puede descargar en el siguiente link. Una vez que se descarga, pide el nombre, apellido, DNI, domicilio y acceso a la geolocalización que, a pesar de lo que se dijo, no es obligatorio. ¿Qué sigue? Las preguntas de autoevaluación, donde se pedirá ingresar la temperatura corporal y responder si se experimentó, en las últimas horas, pérdida de olfato, gusto, dolor de garganta, dificultad para respirar o tos. Luego se pasará a otra pantalla donde se consultará si se está transitando un embarazo; si tiene o tuvo cáncer así como diabetes, enfermedad hepática, renal o respiratoria. Una vez que se completó esa información, aparece un cartel donde se le recuerda al usuario que lo que se ingresó en el formulario tiene carácter de declaración jurada y que hacer una falsa declaración es considerada una contravención grave. Después se debe presionar “enviar” y se verá el diagnóstico.
De acuerdo con los términos y condiciones de la app Cuidar COVID-19 Argentina “la Subsecretaría de Gobierno Digital es la responsable de las Bases de Datos a las que se incorporarán los datos personales suministrados. Las mismas han sido debidamente registradas ante la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales en los términos de la Ley de Protección de Datos Personales, Nº 25.326”. Para Arnaldo Cisilino, socio del Estudio Pérez Alati, Grondona, Benites & Arntsen, especialista en tecnología y datos personales, uno de los principios básicos del tratamiento de datos es explicar la finalidad: qué datos vas a pedir y para qué. “Si bien algunos datos solicitados por la aplicación, como el nombre, apellido y domicilio son públicos; otros, en este caso aquellos vinculados a la salud, son confidenciales y/o sensibles: corresponden al ámbito privado. Desde ese lugar, es importante dimensionar qué tipo de datos estamos entregando”, sostiene Cisilino.
Acerca de la seguridad de la plataforma el especialista plantea que, cuanto más delicada sea la información que brinda un usuario, más fuerte tiene que ser el sistema de seguridad que la protege. Según pudo saber Infobae, la app Cuidar no utiliza un protocolo de transferencia seguro. A diferencia de otras aplicaciones, como Rappi o Glovo, que también solicitan información personal, la app Coronavirus Argentina tiene ciertas falencias en lo que respecta al envío de la información del usuario. “Funciona con un protocolo antiguo, que podría ser vulnerado”, explicaron a este medio expertos en seguridad informática que analizaron la plataforma. Otra de las críticas que se le efectuó a la app Cuidar tiene que ver con la posibilidad de acceder a la ubicación del usuario por medio de GPS.
En diálogo con Infobae, Pablo Fiuza vocero de la CESSI (Cámara de empresas de software y servicios informáticos de la República Argentina, que participó del desarrollo de la app) arroja luz sobre este tema. “La geolocalización es optativa. Si el usuario decide no activarla, la aplicación funciona igual porque Cuidar, no es como Google Maps ni Weiss: no busca seguir los pasos de los usuarios”, dice. ¿Para qué sirve activar el GPS entonces? Para no colapsar el sistema de salud. “Si vivís en Capital Federal pero trabajás en provincia de Buenos Aires y, después de un autotesteo, se te detectan síntomas de COVID-19; quienes se comuniquen con vos para asistirte lo harán en función de la cercanía con tu domicilio. Es una cuestión operativa: lo ideal es brindar atención lo más rápido posible para impedir que se agrave tu estado de salud y evitar posibles contagios”, explica Fiuza.
De acuerdo con Fiuza, (en caso de que la persona no lo haya activado) el GPS solicita activación cuando una persona da positivo de COVID-19. "Si el usuario habilita la geolocalización, cada 15 minutos, la app va a informar al servidor cuál es su ubicación. De esta manera podemos saber si esa persona cumpliendo con el aislamiento”, agrega el vocero de la CESSI. Para Arnaldo Cisilino, especialista en tecnología y datos personales, este punto es peligroso. "En ese caso la aplicación puede saber dónde estás las 24 horas del día. El grado de control es muy alto”, advierte. Por el momento, la aplicación Cuidar continúa siendo de uso voluntario. Si bien no es obligatorio descargarla y utilizarla, desde el Gobierno la impulsan y sostienen que es “la mejor herramienta para llevar el certificado de circulación”, que sí es obligatorio para todas las personas que volvieron a trabajar con las actividades que se reanudaron esta semana.
“Lo que nosotros promovemos es que el certificado se gestione desde la app, porque lo tiene ahí integrado con un código QR, pero además la app integra un sistema de monitoreo de salud. Los datos son anónimos, únicamente los puede ver el sistema de salud, y solo en los casos en que presente síntomas de COVID-19. Esto es para que puedan contactarse con la persona, cuidarla y asistirla”, sostuvo el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero. Desde la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio manifestaron su preocupación por la cantidad de información personal que la app almacena y por el uso que podría terminar dándole el Gobierno. Si bien reconocieron que “tecnología puede ser muy útil en esta fase de la pandemia, para rastrear posibles contactos de los contagiados y, llegado el caso, aislarlos”, la oposición señaló que al ser obligatoria y al no existir una explicación detallada de sus alcances sería recomendable que un comité de expertos analice la aplicación desde su código fuente.