Las amigas de Silvina Luna, aquellas que estuvieron a su lado durante los tres meses de internación y también desde que comenzó con sus problemas de salud, se comunicaron a través de un mensaje que enviaron al programa especial que realizó Telefe por la muerte de la actriz de 43 años.
Marley estuvo al frente de Silvina, una luchadora de la vida, que se emitió el sábado a la noche mientras su entorno más íntimo lo siguió desde el edificio en el que vive Ezequiel, el hermano de Silvina, que también estuvo a su lado en todo momento y a quien ahora ellas acompañan en su duelo.
“Vito es una de sus amigas, que está reunida en el SUM del edificio con Ezequiel”, especificó el conductor antes de leer el mensaje que enviaron quienes estuvieron junto a Silvina hasta el último momento. “Gracias, de parte de todas nosotras, por este homenaje a Sil. Lamentamos no poder estar, entiendan que es demasiado pronto. En este momento, no hay palabras lindas que decir, ya que nuestra amiga no descansa en paz”, aseguraron a través del escrito.
Por su parte, apuntaron contra Aníbal Lotocki, quien permanece en su casa desde que falleció Silvina Luna, y quien también había sido señalado semanas atrás por la muerte de Mariano Caprarola. “La perdimos de una manera absurda e injusta, en manos de este personaje siniestro”, expresaron las amigas de Silvina Luna, quien había denunciado al médico por mala praxis y lesiones graves luego de una cirugía estética que le realizó en 2011, a partir de la cual le provocó hipercalcemia que derivó en una insuficiencia renal aguda.
“Pedimos que no se olviden de Silvina y que juntos, entre todos, sigamos pidiendo justicia hasta que el responsable esté preso”, concluyeron sus amigas en el mensaje que hicieron llegar a la producción de Telefe en pleno homenaje a la ex Gran Hermano.
El viernes pasado, un día después de la muerte de Silvina Luna, Eugenia y Analía -quienes estuvieron a su lado hasta el último momento- contaron cómo había sido aquella desgarradora pero emotiva despedida. “Lo único que nos decía es que no dejemos solo a su hermano”, recordó Eugenia, quien mencionó que Silvina y Ezequiel vivían por el otro.
“Sentimos que en algún punto nos iba preparando a todos de a poco. Sabemos muy bien de las ganas de Sil de vivir, de salir adelante, pero a la vez era muy doloroso verla sufrir, porque no podíamos hacer nada. De a poco la íbamos viendo mal, pero nos decía que estaba bien para no preocuparnos. Se refugió en su trabajo interno, en su camino, pero fue soltando de a poco”, dijo su amiga.
“En este último tiempo de internación no podía moverse, le gustaba que le pongamos Luis Miguel de fondo, o con Eze tenían esos momentos a solas de hermanos que miraban películas. Pero no aguantaba más el dolor y era muy fuerte verla así. Directamente se empezó a rendir sabiendo que lo dio todo. Con lo poco que podía hablarnos decía que no aguantaba más y se preguntaba por qué le estaba pasando eso. El último tiempo nombraba mucho a sus papás, nos decía que la estaban esperando”, agregó, en referencia a Roxana y Sergio, quienes habían fallecido en 2008, con unos meses de diferencia.
“Las últimas horas fueron terribles, su agonía, su dolor, la desesperación de no poder avanzar para salir de ahí. Nos miraba y nos decía ‘la tengo difícil’ y que quería vivir. Pero ya los últimos días, llorando, me dijo que no soportaba más estar en ese cuerpo enfermo: ‘Quiero trascender’, fueron sus palabras”, agregó.
Por su parte, había contado que Silvina les pedía ver televisión, pero que evitaban ponerle los programas en que pudieran hablar de su salud. De igual forma, tomaron la decisión de no contarle la muerte de Mariano Caprarola: “Porque sabíamos cuánto lo quería y cómo podía afectarla”.
Sobre la decisión final, a cargo de su hermano Ezequiel Analía destacó: “Era su hermano, su ángel... el amor y el cariño con el que la cuidaba, le daba de comer.Es admirable lo que hizo. Todo el tiempo ella preguntaba por él, pero había momentos en que también él tenía que salir de ahí”.
“Fue hermosa su despedida dentro del dolor que sentimos, porque estuvo rodeada de todos sus amigos y su hermano, dándole amor, y de a poco le fueron sacando las asistencias. Se fue yendo con todos nosotros ahí acompañando. Estuvimos todo el día con ella, acompañándola. Ezequiel perdió a lo más grande que tenía, se desvivía por ella”, continuó la amiga de Silvina Luna.
Por último, tanto Analía como Eugenia destacaron que la actriz tuvo una única asignatura pendiente: “Su gran sueño era ser mamá. Incluso pensó en subrogar un vientre para fecundar los óvulos que había guardado cuando estuvo bien de salud”.