El economista norteamericano Steve Hanke expresó su apoyo a la candidatura y los planes de Javier Milei al afirmar que es el único que entiende la importancia de la dolarización como herramienta para erradicar la alta inflación del país.
Este fin de semana, Milei afirmó en una entrevista que la dolarización debe hacerse “en forma simultánea” a otras reformas del estado y que, por lo tanto, no sería inmediata, a diferencia de su explicación inicial.
En diálogo con el portal de noticias Infobae, Hanke, profesor de la Universidad Johns Hopkins que asesoró al gobierno de Carlos Menem para tratar de dolarizar a la Argentina en los 90 y que lo logró en otros países, afirmó que no es necesario contar con reservas para llevar a cabo esta transformación monetaria.
“He estado involucrado en las pruebas y tribulaciones de la reforma monetaria en Argentina durante 34 años, principalmente durante más de 10 años cuando asesoraba al Presidente Carlos Menem y al ministro Domingo Cavallo”, destacó Hanke.
“Además, propuse por primera vez la dolarización hace más de 25 años al presidente Menem. Llegó el momento de desmantelar el Banco Central de Argentina y el peso, ponerlos en un museo y sustituirlos por el dólar estadounidense”, indicó Hanke.
“Dadas las instituciones argentinas, sólo hay un camino: la dolarización. Javier Milei lo entiende claramente y tiene las ideas correctas sobre qué hacer con el endémico problema monetario de Argentina: deshacerse del peso. Por eso lo apoyo”, expresó Hanke.
— ¿Se puede dolarizar sin reservas sin que haya una hiperinflación?
— Sí, se puede dolarizar sin reservas en el BCRA. Lo sé. Yo ‘dolaricé’ Montenegro en 1999, cuando actuaba como Consejero de Estado y Asesor del Presidente Milo Djukanovic. Por aquel entonces, Montenegro aún formaba parte, junto con Serbia, de la República Federativa de Yugoslavia. El hombre fuerte Slobodan Milošević era el presidente de Yugoslavia, tenía el control del ejército y del dinar yugoslavo. El 2 de noviembre de 1999, Djukanović dio un paso decisivo que encaminaría a Montenegro hacia la independencia: concedió al poderoso marco alemán el estatus de moneda de curso legal. Esto prácticamente eliminó el dinar de la circulación en Montenegro. Pudimos dolarizar espontáneamente Montenegro sin divisas, ni siquiera un banco central en funcionamiento en Montenegro.
— ¿Cómo podría implementar Milei la dolarización si es muy difícil que consiga mayoría parlamentaria aunque gane la elección presidencial?
— No soy clarividente y no tengo ni idea de si, como presidente, Milei podría conseguir que suficientes miembros del Congreso argentino se subieran a lo que, tras la elección de Milei, sería un empuje a la dolarización.
— ¿Por qué el país no puede llevar adelante las reformas que hicieron otros de la región, con un banco central independiente y superávit fiscal, en vez de dolarizar?
— No. Argentina ha demostrado ser incapaz de producir dinero sano de forma sostenida, siendo quizá la década de la Convertibilidad una rara excepción. Además, ¿qué país querría imitar a los bancos centrales latinoamericanos, cuando podría adoptar la principal moneda internacional del mundo, el dólar estadounidense, que resulta ser la moneda que la mayoría de los argentinos quieren tener en sus billeteras? Después de todo, ¿cuántos argentinos quieren tener sus ahorros denominados en divisas latinoamericanas? Plantear una idea tan absurda generaría un estruendo de carcajadas en Buenos Aires, que podría oírse en todo el mundo.
Hanke también colaboró en la puesta en marcha de la dolarización de Ecuador cuando fue asesor del Ministro de Economía y Finanzas Carlos Julio Emanuel en el gobierno de Jaime Mahuad.
Su trabajo sobre dolarización y otras reformas monetarias lo desarrolló en el libro “Public Debt Sustainability”, con la colaboración de tres economistas argentinos: Pablo Guidotti, Emilio Ocampo y Carlos Newland.