Alberto Fernández se encontrará con Kristalina Georgieva en el G20 de Bali para proponer -una vez más- que se reduzcan los sobrecargos que pagan los países que recibieron créditos por encima de sus aportes anuales al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Presidente también tiene previsto debatir con la directora gerente la posibilidad de autorizar un desembolso extra de Derechos Especiales de Giro (DEG´s) para aplacar los efectos económicos, sociales y financieros causados por la guerra ilegal de Rusia contra Ucrania.
No será la primera vez que Alberto Fernández proponga a Georgieva la iniciativa de achicar los sobrecargos que el FMI cobra a los países que accedieron a créditos por encima de sus aportes societarios. Sucedió en el G20 de Roma, durante la Asamblea General de la ONU en New York y en las distintas conversaciones que mantuvieron en Olivos cuando Martín Guzmán aún era ministro de Economía.
La directora gerente del FMI prometió - muchísimas veces- que el board del Fondo trataría este asunto complejo, y hasta existe una recomendación hecha por el G20 de Roma para avanzar en la reducción de los sobrecargos. Sin embargo, Georgieva sólo puede sonreír ante las cámaras: los millones de dólares que se cobran por sobrecargos se utilizan para sostener la gigantesca burocracia del Fondo Monetario Internacional.
Alberto Fernández concurrirá a la cita de Bali con el canciller Santiago Cafiero, el ministro de Economía, Sergio Massa, y la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco, que es la candidata de la Argentina para competir por la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Massa llegará a París el próximo domingo, y viajará junto al jefe de Estado rumbo a Indonesia.
La guerra ilegal desatada por Vladimir Putin contra Ucrania causó una profunda crisis global que impactó en los índices de inflación, en los costos de la energía, en los precios de los transportes y en el valor de la moneda. En este contexto, el gobierno calcula que la guerra en Europa implicó para la Argentina un gasto extra de 5.000 millones de dólares.
Durante la pandemia hubo perdidas millonarias que profundizaron las asimetrías económicas entre los países ricos y las naciones pobres. Los socios más poderosos del board del FMI, empujados por la presión internacional, aprobaron en agosto de 2021 una partida extra de DEG´s por una cifra cercana a los 650.000 millones de dólares.
De esa cifra global e inédita para la historia del Fondo, la Argentina recibió casi unos 4.300 millones de dólares en Derechos Especiales de Giro que fueron utilizados para compensar reservas y recuperar partidas públicas aplicadas para frenar los efectos económicos y sociales de la pandemia de COVID-19.
Este mecanismo de compensación, que implicó el ingreso de millones de dólares sin costos para la Argentina, es lo que buscará Alberto Fernández durante su cónclave con Georgieva en el G20 de Bali. El Presidente considera que los estragos causados por la guerra en Ucrania deben morigerarse con una emisión extra -y multimillonaria de DEG´s- destinados a los países pobres y de renta media.
La directora gerente entiende la perspectiva presidencial, pero no avanzará en este asunto hasta que el G7- los países más poderosos del sistema internacional- confirmen su aprobación. El staff técnico del FMI considera que desembolsar millones de dólares en DEG´s puede acelerar la inflación global, y por eso recomiendan aguardar un tiempo prudencial para repetir la experiencia sucedida en pandemia.
Se trata de mirada técnica que Alberto Fernández intentará desmantelar cuando se reúna con Georgieva. El jefe de Estado considera que la inflación global se debe por la ausencia de oferta -y no por la excesiva demanda- y por eso sería necesario que el FMI facilite la producción de bienes y servicios a través de la emisión de millones de DEG´s para los países que sufrieron los avatares de la guerra en Ucrania.
Un pensamiento económico que todavía es resistido en Washington.