La industria turística nacional transita una de sus peores crisis tras la explosión de la pandemia por coronavirus. El sector vivió un parate total durante el año 2020, pero apunta todas sus armas a que este año sea el puntapié inicial de su recuperación.
Matías Lammens, ministro de Turismo y Deporte, declaró a principios de julio que el turismo invernal no sería prohibido por el Gobierno, pero que tampoco sería promovido. Dándole libertad a las provincias de delinear sus requisitos de ingreso y diagramar sus ofertas para atraer a los viajeros.
“En la Argentina han cerrado un 20% de las agencias de turismo, este número lo conocemos porque todos los años las agencias deben hacer el seguro de caución ante el Ministerio de Turismo, y ese es el porcentaje de agencias que no lo han renovado este año”, comenzó Pablo García, presidente de la Asociación Mendocina de Agencias de Viaje y Turismo (Amavyt). Esta cifra fue confirmada por Gustavo Di Mecola, presidente de la Cámara de Turismo de Salta.
En este sentido, Sebastián Salvia, presidente de la Asociación de Empresas de Viaje y Turismo de Mar del Plata (Aevyt), dijo que si bien hubo esfuerzos en conjunto con el Ministerio de Turismo y Deporte para evitar el cierre masivo de agencias, “la extensión en el tiempo de la situación restrictiva hace cada vez más difícil sostener las estructuras y las fuentes laborales en medio de una gran incertidumbre y escasa reactivación del sector”.
Ezequiel Barberis, representante de las agencias de viaje de Bariloche, manifestó que unas diez agencias cerraron en la ciudad rionegrina sobre un total de cien, que las restantes debieron reducir el personal y acotar los horarios de atención. La pérdida anual del 2020 es de unos 25 mil millones de pesos, estimó Barberis.
Por su parte, Gustavo Peralta, presidente de la Asociación Cordobesa de Agencias de Viaje (ACAV) expresó su preocupación por la realidad del turismo nacional: “El impacto económico es total; los agentes de viaje no pudimos trabajar en más de un año, solo acumulando pasivos y créditos a pagar en el futuro”.
“Los daños en la industria son contundentes, nunca se vivió una crisis de tal magnitud en la historia a nivel del sector en general, sin dudas que se han perdido muchos puestos de trabajo, y otras empresas que no han cerrado tardarán mucho tiempo en recuperarse”, agregó Salvia, de Aevyt.
Sin embargo, Fernando Mignone, representante de las agencias de Tucumán, explicó que el impacto no se reduce al número de agencias que cerraron, sino también a las familias que subsistían de las mismas como una fuente laboral directa.
Evidentemente la industria sin chimenea se encuentra en uno de sus escenarios más difíciles. La ausencia de turistas internacionales sumada a la incertidumbre y miedo de los locales, hacen que incluso en una temporada de invierno en la que no están prohibidos los traslados interprovinciales, la actividad se mantenga escasa e insuficiente.
Tras el fatídico año 2020, los representantes turísticos del país esperan que el 2021 se presente como el año de la recuperación. En este sentido, Infobae consultó a las federaciones provinciales de agencias de viaje respecto a la temporada de invierno en tránsito.
En Mar del Plata, Salvia dijo que no esperan grandes volúmenes de visitantes. Sin embargo el hecho de que el turismo local se mantenga abierto, junto con medidas como la habilitación de los viajes grupales, la cual Lammens anticipó días atrás, y sumado al avance del plan de vacunación harán que “la rueda comience a girar nuevamente y el turismo se convierta en un factor clave para la reactivación económica del país”.
Peralta, presidente de la ACAV de Córdoba, explicó que al igual que en la inexistente temporada de verano pasada, la presente de invierno significa una reactivación mínima. Entre otras razones, Peralta considera que la baja actividad se debe a que los turistas locales se desplazan en vehículos particulares y hacen sus reservas directamente con los prestadores, sin pasar por las agencias de viajes.
En cambio, Di Mecola, representante de las agencias salteñas, considera que “la temporada es realmente esperanzadora, prevemos una ocupación del 65% en la ciudad de Salta, y un 75% en el interior de la provincia”. Sin embargo, aclara que tuvieron que adaptarse y bajar la rentabilidad para poder ofrecer tarifas competitivas.
En este sentido agregó que el movimiento provincial se da gracias al turismo salteño en primer lugar, al regional en segundo y en tercer lugar a los viajeros del resto de la Argentina. “Esperamos que este invierno nos de una bocanada de oxígeno para la reactivación que recién comienza”, concluyó.
En Bariloche estiman alcanzar un 60% de ocupación a lo largo de la temporada, sin embargo dijo Barberis que “el consumo está muy retraído; la falta de nieve en estos momentos hace que la gente no contrate servicios; nuestra expectativa es que podamos trabajar lo mejor posible para poder cubrir deudas y créditos contraídos durante la pandemia”.
Por parte de Mendoza, Pablo García explicó que si bien en la provincia se están teniendo buenos números de visitantes, esto no ayuda a las agencias de viaje ya que “60% son emisivas, es decir que sacan turistas a otros destinos internacionales, cosa que hoy no está pasando por las restricciones”. Al igual que dijo Peralta, de Córdoba, gran cantidad de turistas locales que deciden visitar Mendoza lo hacen en sus transportes particulares y contratan directamente con el prestador.
Otro factor importante para entender el desarrollo de estas vacaciones de invierno es la escasa actividad aérea local. “Pasamos de tener 124 vuelos semanales en épocas prepandemia, a unos”, dijo Di Mecola. Si bien en las últimas semanas, las aerolíneas locales ampliaron su oferta de cabotaje, aún se está muy lejos de los valores del año 2019.
Por su parte Peralta dijo que “además de todos los problemas que venimos padeciendo desde el año pasado, se suma la precaria conexión de cabotajes que tenemos en todo el país, con los aeropuertos casi cerrados, nos perjudican enormemente la labor”.
En diálogo con los representantes de las agencias, surgió de forma unánime la idea de previsibilidad. Similar al de las recurrentes en conversaciones que mantuvo Infobae con los representantes de las aerolíneas que operan en el país. Del mismo modo que los aerocomerciales, referentes del sector turístico mostraron disconformidad con el Gobierno por la falta de anticipación en la toma de decisiones.
“Nuestro rubro requiere de previsibilidad para poder funcionar –dijo el marplatense Salvia–, lo que más necesitamos es volver a trabajar y por eso es que le pedimos reglas claras al Gobierno que permitan volver poco a poco a la normalidad”.
“A las autoridades nacionales les pedimos más lógica en la toma de decisiones: habilitan los micros de línea pero no los turísticos, algo ilógico. Esperamos que se aumente la conectividad y también la apertura de fronteras internacionales, así podemos pensar en una temporada de verano discreta pero en la cual podamos trabajar”, cerró Peralta.
Gustavo Di Mecola tuvo la oportunidad de hablar con Matías Lammens en la visita del ministro a Salta de la semana pasada. “Le pedí al ministro por mayor conectividad”, expresó. “También la apertura de fronteras para que los europeos nos sumen y no nos saquen de sus ofertas. Si el Gobierno no da una fecha cierta, ellos no pueden comercializar con la Argentina”.
En las charlas con los representantes de las agencias de turismo provinciales surge de inmediato otro pedido común: para que el turismo sea considerado una política de Estado y esté como prioridad en la agenda de la reactivación de la economía local.