Una familia tipo porteña necesitó en mayo un ingreso de casi $140.000 para ser considerada de clase media, mientras la carne y los combustibles mostraron los principales incrementos del mes, según un informe privado difundido hoy.
De acuerdo con un sondeo elaborado por el Centro de Educación Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC), más del 75% del dinero percibido por un hogar en la Ciudad de Buenos Aires es destinado a cubrir servicios básicos, mientras el resto es para gastos de consumo masivo.
Para mayo del 2020, una familia porteña de cuatro integrantes había necesitado poco menos de $100.000 para cubrir la canasta básica total y el resto de los costos necesarios para pertenecer a la denominada clase media.
De acuerdo con un sondeo elaborado por el Centro de Educación Servicios y Asesoramiento al Consumidor, más del 75% del dinero percibido por un hogar en la Ciudad de Buenos Aires es destinado a cubrir servicios básicos. Sin embargo, ese monto trepó a $139.006,61 el mes pasado, por lo que en un año avanzó en torno a $40.000, lo que implica un incremento interanual de 40 por ciento. De ese total, más de $105.000 fueron para gastos fijos, calculó el informe.
Los sectores que más presionaron fueron el de la carne con un salto de 7,8%, el de combustibles con un incremento de 6%, y el de medicamentos con un alza de 5,1%. También marcaron fuertes aumentos las frutas y verduras junto al segmento de bebidas, al tiempo que, en cuanto a servicios, también presionó la medicina prepaga.
Para evaluar si una familia pertenece a la clase media, el centro toma en cuenta gastos como alquiler de una propiedad, medicina prepaga, cuota de un club para realizar actividades y el colegio privado. Los últimos datos oficiales publicados por el Gobierno porteño habían arrojado que una familia tipo propietaria de vivienda necesitó en abril al menos $61.582 para cubrir el gasto de la Canasta Básica Total (CBT) y no caer en la pobreza.
Ese mismo hogar debió contar con un ingreso de $32.798 para no ubicarse por debajo de la línea de indigencia y atender la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Los sectores que más presionaron fueron el de la carne con un salto de 7,8%, el de combustibles con un incremento de 6%, y el de medicamentos con un alza de 5,1%.
El análisis de la Dirección General de Estadística y Censos (DGEyC) sostuvo que quienes perciben un ingreso de entre $75.101,60 y $93.876,99 son calificados como pertenecientes al “sector medio frágil”. Sólo las familias que pudieron superar el ingreso de los $93.877 fueron consideradas como clase media, aunque se trata de un rango en el que se no se toma en cuenta el gasto de un alquiler.
El Indec, por su parte, dará a conocer el 16 de junio la evolución del Índice de precios al consumidor (IPC) de mayo y al otro día difundirá la valorización mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) y de la canasta básica total (CBT). Ambas mediciones son las que determinan la línea de pobreza y de indigencia a nivel nacional.
Para evaluar si una familia pertenece a la clase media, el centro toma en cuenta gastos como alquiler de una propiedad, medicina prepaga, cuota de un club para realizar actividades y el colegio privado.
La última medición oficial mostró una aumento en la CBT de 3,4% en abril, por lo que no superó la variación que tuvo ese mes la inflación, que fue de 4,1 por ciento. De esta manera, una familia compuesta por cuatro personas -dos de ellas, niños de 8 y 6 años- necesitó el mes pasado tener un ingreso de $62.958 para no ser considerada pobre.
Por su parte, la canasta básica alimentaria (CBA) tuvo ese mes un incremento de 3,9%, también por encima del índice general de precios y que estuvo influido principalmente por la persistencia en la suba de los alimentos de los últimos meses.