Tras la decisión del Gobierno de cerrar las exportaciones de carne vacuna por 30 días, es muy grande el malestar que hay en la cadena de ganados y carnes, y no se descarta el inicio de un plan de acción gremial. Hoy entre las 8 y las 8:30hs se realizará una reunión de la Mesa de Enlace para definir los pasos a seguir. “Las bases nos están pidiendo hacer un cese de comercialización de hacienda”, dijo a este medio un alto dirigente del campo.
El malestar de los dirigentes y productores es muy grande con el Gobierno. Advierten que este tipo de medidas ya se aplicaron en el pasado y no lograron frenar la inflación, sino todo lo contrario, ya que el precio de la carne al mostrador aumentó en medio de una caída significativa de la oferta, como consecuencia del cierre de las exportaciones. Ahora el temor que hay en el sector agropecuario, es que la historia se vuelva a repetir.
A todo esto hay que agregar, que los dirigentes de la Mesa de Enlace todavía se acuerdan que Alberto Fernández se comprometió en campaña no volver a las políticas que se aplicaron en los gobiernos kirchneristas de intervención en los mercados, y además dijo que todo lo concerniente a la política agropecuaria se iba a dialogar y consensuar con los representantes de los productores. Nade de eso sucedió hasta el momento.
Anoche en Casa de Gobierno y durante una reunión con el Consorcio ABC, el presidente Alberto Fernández comunicó la decisión de cerrar la exportaciones de carne por 30 días, mientras se terminan de definir un conjunto de medidas de emergencia tendientes a ordenar el funcionamiento del sector, restringir prácticas especulativas, mejorar la trazabilidad de las exportaciones y evitar la evasión fiscal en el comercio exterior.
Desde hace tiempo hay sectores de la coalición de Gobierno que vienen amenazando con la puesta en marcha de medidas, como el cierre de exportaciones o el aumento de retenciones, para combatir la inflación. En declaraciones radiales, días atrás, la Secretaria de Comercio Interior, Paula Español, dijo que no le temblaría el pulso en tomar políticas restrictivas.
Hay que recordar que en diciembre pasado, el ministerio de Agricultura frenó las ventas al exterior de maíz, y luego de una protesta de un sector de la Mesa de Enlace y de comprobar que había maíz suficiente para abastecer el mercado interno, se resolvió dar marcha atrás con la medida.
Además, en las últimas semanas la administración nacional anunció una serie de medidas para controlar no solamente las exportaciones de carnes, sino también las de granos y lácteos. A partir de ese momento, desde las entidades del campo advirtieron que el Gobierno podría cerrar las exportaciones de carne vacuna, algo que sucedió en el día de ayer.
“Se confirmaron nuestras peores sospechas. El gobierno creó un mecanismo para prohibir, trabar, restringir, direccionar y manipular una por una las exportaciones de carne”, dijeron la semana pasada los integrantes de la Federación Agraria Argentina.
De acuerdo a los últimos datos difundidos por el Indec sobre la canasta cárnica bovina, que incluye asado, carne picada, nalga, paleta y cuadril, la cual presentó el mes pasado un aumento interanual del 78%, mientras que en dicho período el promedio de los alimentos se incrementó casi un 43%.
Por otro lado, en el mencionado mes, el consumo de carne vacuna, según el relevamiento de la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes (Ciccra), se ubicó en 45,2 kilos por habitante por año, uno de los más bajos de los últimos 100 años.
En los últimos días, un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), reflejó la alta incidencia que tiene el Estado en el precio final de la carne vacuna, mediante el cobro de los impuestos: el precio promedio de la carne se ubicó en $531 por kilo, donde la cría representa $158 (30%), el feedlot $141 (27%), el frigorífico $35 (6%), la carnicería $47 (9%) y los impuestos $149 (28%). Por su parte, el maíz representa el 15% del precio del novillo y 11% del kilo de carne al mostrador.
El relevamiento privado sostiene que los impuestos que tiene la cadena, el 75% son nacionales (impuesto a las ganancias, IVA, e impuesto a los créditos y débitos), 20% provinciales (inmobiliario rural, ingresos brutos) y 5% municipales (impuesto a la industria y comercio y tasa vial). El impuesto a las ganancias y el IVA, son los de mayor participación, en conjunto representan el 65% de los impuestos totales.
Mientras tanto la exportación no detuvo su crecimiento desde 2016 hasta el presente, de la mano de un contexto de reglas claras de juego y previsibilidad, a pesar del complicado contexto económico del país.
En marzo pasado, según los datos de CICCRA, la Argentina vendió al mundo 52,4 mil toneladas peso producto, que equivalen a 73,4 mil toneladas res con hueso, registrando un aumento interanual del 23,3% y es la primera vez que en dicho mes se comercializan más de 50 mil toneladas toneladas peso producto. A todo esto, la facturación por dichas exportaciones alcanzó los 225,2 millones de dólares, un 6,8% por encima del valor generado en marzo de 2020.
A su vez, en el primer cuatrimestre del presente año la producción de carne vacuna habría ascendido a 952,0 mil toneladas res con hueso y registraría una caída de 3,9% interanual. Al considerar el número de días laborables, la producción de carne habría sido 8,8% inferior a la de los primeros cuatro meses de 2020.
Del total producido, el mercado interno habría absorbido un total de 674,2 mil toneladas res con hueso y la exportación unas 277,6 mil toneladas res con hueso. Es decir que el mercado interno se encuentra muy bien abastecido, es por eso el malestar y el desconcierto que genera la prohibición de exportar carne vacuna por 30 días.
Rechazo I
Una vez que se conoció la noticia del cierre de la exportación de carne vacuna por un mes, desde diversos sectores de la producción se pronunciaron en contra de la medida y el malestar de las bases del interior es muy grande, a tal punto que están reclamando a la dirigencia nacional el inicio de un cese de comercialización de hacienda que se podría empezar a definir hoy temprano, cuando entre las 8 y 8:30hs comience una reunión virtual de la Mesa de Enlace.
En lo que va del Gobierno de Alberto Fernández se realizaron dos medidas de fuerza, organizadas por la Mesa de Enlace. En ambas no todas las entidades adhirieron. En esta oportunidad, el cierre de las ventas al exterior de carne vacuna provocó un enojo tan grande que las cuatro entidades unidas organizarían una protesta gremial.
Anoche muchos recordaron lo que sucedió entre 2006 y 2015 cuando el kirchnerismo frenó la comercialización de carne con el mundo. El economista especializado en agronegocios, Iván Ordoñez, dijo que un cierre de exportaciones por 30 días “el efecto de baja de precios por liquidación no será tal. En 2006 dijeron que el cierre de exportaciones era por 180 días. Duró 3.650 días. Perdimos 17 millones de cabezas, 12 mil operarios de la industria y más de 10 mil ganaderos”.
Y agregó desde su cuenta de Twitter: “Argentina en 2020 exportó 3.000 millones de dólares en carne vacuna. Si el gobierno cumple con su palabra y la medida ´solo´dura 30 días todo el sistema se perderá 240 millones. ¿Por qué? ¿Para qué? Necesitamos dólares para comprar vacunas! Estamos locos?”. También hubo un pronunciamiento del ámbito gremial.
Los dirigentes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) manifestaron que “es un error la medida que anunció el Gobierno. Es una marcha atrás para el desarrollo y crecimiento de la ganadería. Vamos camino a un cese de comercialización”.
Por su parte, la dirigencia de Coninagro mediante un comunicado que se difundió en las redes sociales, señaló: “Expresamos nuestro profundo desacuerdo ante la medida anunciada por el Gobierno que prevé el cierre de exportaciones de carne. La base de productores de la entidad sostiene su descontento y preocupación ante medidas aisladas e inconsultas”.
Además, los integrantes de la Asociación Argentina de Brangus realizaron una convocatoria a toda la producción y la industria “a reaccionar en contra de algo que nos trae a la memoria el peor recuerdo por sus resultados tristemente conocidos. Se afecta el trabajo de peones de campo, obreros de la industria, camioneros, gomeros, profesionales de la actividad y se castiga a pequeños proveedores de servicios como alambradores, molineros, albañiles y tanta gente que vive del campo y gracias al campo”.
Y agregaron: “La Argentina necesita dólares para crecer y desarrollarse lo cual es inviable si nos prohíben exportar. Parece que en 15 años, las actuales autoridades no aprendieron nada y vuelven con una medida signada por el fracaso y el resentimiento. Algunos en campaña aceptaron el error reconociendo el daño producido a toda la Argentina, parece que ya se olvidaron y ahora la campaña apunta para otro lado”.
Por último, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) manifestó su oposición a la medida, anunció que se declaró en estado de “alerta y movilización” y convocó a una reunión de su Consejo Directivo de urgencia para decidir las acciones a seguir.
Rechazo II
Integrantes del arco opositor también se pronunciaron en contra de la decisión de la administración nacional. El ex ministro de Agricultura de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, publicó un mensaje en las redes: “Tarde o temprano la puñalada al interior productivo que los mantiene iba a llegar. Los comunistas estaban agazapados esperando el momento para seguir castigando al productor. Cerrar las exportaciones de carne es la confirmación de su fracaso”.
Otro de los integrantes de la oposición que se pronunció, fue el Senador nacional por Entre Ríos por Juntos por el Cambio, Alfredo de Angeli, quien en las redes sociales aseguró: “Es una locura cerrar las exportaciones de carne vacuna. Van a volver a destruir todo lo que costó tantos años construir después del 2006 cuando cerraron las exportaciones (perdimos el 20% del stock ganadero y no pudieron controlar la inflación)”.
“Quiero decirle al presidente Alberto Fernández que con esta medida no van a solucionar el tema de la inflación. Esta medida ya fracasó en el pasado. Pero tampoco lo van a lograr aumentando el combustible dos veces por mes. Lo único que generan estas medidas es bronca, dolor e impotencia. Estas recetas sin sentido lo único que van a generar es más desempleo. Cuánto duele Argentina!”, concluyó.