El Riesgo País superó los 2.800 puntos y alcanzó su punto más alto
Durante 2019, el indicador había llegado a 2.532 puntos, ante la escalada del tipo de cambio después de las PASO.
En un día negro para los mercados, el Riesgo País de la Argentina alcanzó los 2.818 puntos básicos por la mañana, su punto más alto desde el año 2005. Durante 2019, el mayor número al que había llegado el indicador fue de 2.532 puntos básicos, a fines de agosto, cuando la administración de Mauricio Macri anunció el establecimiento de restricciones a la demanda privada de dólares, ante la escalada del tipo de cambio posterior a las elecciones primarias.
En el último mes, el riesgo país argentino aumentó un 50% o casi 1.000 unidades, desde los 1.864 enteros del 7 de febrero pasado. El Riesgo País, creado por el banco JP Morgan, compara los rendimientos de los bonos de largo plazo de cada país con respecto al de Estados Unidos, que está considerado el activo menos riesgoso del mundo.
“El Riesgo País dejó de ser un termómetro tan importante como si lo fue el año pasado. Recordamos que el dólar y el Riesgo País fueron titulares de todos los medios durante los últimos meses de la era Macri, mientras especulábamos sobre la reestructuración o el default argentino. Ahora que la reestructuración están marcha, el Riesgo País pasó a una segunda plana a la espera de ver cuánto caerá cuando culminemos, si lo logramos, una reestructuración exitosa”, opinó Sebastián Maril, CEO de FinGuru.
Algunos de los mayores movimientos se dieron en el mercado del petróleo. Tras una reunión entre la OPEP y sus aliados en Viena que terminó sin un acuerdo sobre recortes, Saudi Aramco ofreció descuentos sin precedentes a clientes en Asia y Europa y planea aumentar la producción. En ese marco, los precios del Brent cayeron más del 30%. Para los mercados, que ya están sufriendo las consecuencias del coronavirus, los movimientos enormes son un nuevo impacto negativo.
En el marco local, la semana pasada, la “aversión al riesgo global”, hizo que la semana pasado los activos domésticos se vean también castigados. “Deben sumar la elevada incertidumbre que despierta la reestructuración, potenciada en un escenario donde los inversores externos están focalizados en minimizar riesgos”, explicó el analista Gustavo Ber.
“En línea con la aversión al riesgo de los inversores a nivel global, donde se observan flujos de capitales yendo hacia activos refugio, y la ausencia de novedades sobre el proceso de negociación de la reestructuración de la deuda soberana, el mercado argentino no es ajeno a la coyuntura", coincidieron desde la firma Puente.