El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, se reunieron este viernes en Washington con la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, para analizar la situación argentina y el futuro del programa stand by de 57.000 millones de dólares que permanece paralizado tras los resultados de las PASO. La reunión comenzó a la 13.20, hora local, en el edificio de la avenida Pennsylvania, en el marco de la Asamblea anual del Fondo y el Banco Mundial, donde acuden los ministros y presidentes de bancos de los 188 países miembros. Duró 35 minutos.
"Tuve un encuentro muy productivo", con los funcionarios argentinos, dijo Georgieva en un tuit. "Les reiteré nuestro fuerte compromiso para ayudar a la Argentina y nuestro apoyo a las políticas que despejen el camino para una mayor estabilidad y un crecimiento inclusivo y duradero", agregó. "Fue una buena reunión, constructiva. Todos los puentes están abiertos, el diálogo es permanente, el programa sigue en curso y se está cumpliendo" dijeron desde Hacienda.
Lacunza y Georgieva –la economista búlgara que remplazó a Christine Lagarde el 1 de octubre— se vieron las caras por segunda vez, ya que se habían encontrado a fines de septiembre de manera “protocolar” y ella había dicho que la Argentina figuraba al “tope” de las prioridades del organismo. No es para menos, ya que el programa con el país es el que más dinero se ha llevado en la historia del Fondo.
A la reunión también asistió David Lipton, el número dos del Fondo y un funcionario que ha seguido de cerca el caso argentino y también Alejandro Werner, el jefe del departamento del Hemisferio Occidental. También Gabriel Lopetegui, el representante argentino ante el FMI. Georgieva tiene pocas reuniones reducidas durante la Asamblea y el encuentro con los argentinos es un gesto importante de respaldo al país por parte del Fondo y se entiende, dado que hay preocupación sobre cómo recuperará el dinero que ha prestado.
Pero, más allá de la foto de rigor, no se esperaban resultados concretos del encuentro dado el momento de incertidumbre de Argentina, a casi una semana de las elecciones que pueden generar un cambio en el inquilino de la Rosada e incluso en la renegociación del programa. Fue más bien una puesta a punto de la actual situación macroeconómica, del nivel de reservas y equilibrio fiscal para arrancar a negociar con el panorama más nítido después de las elecciones. “Buscamos que los números estén claros para que después no haya dilaciones”, dijo Lacunza.
Como dijo Georgieva este jueves en una conferencia de prensa, el FMI “sigue totalmente comprometido” a continuar trabajando con la Argentina, pero para la renegociación del acuerdo stand by señaló que estaban “muy interesados en ver qué marco de políticas se establecerá” en un futuro gobierno. El Fondo considera que el candidato Alberto Fernández aún no ha dado “señales claras” de cómo, en caso de llegar a la presidencia, será su relación con el organismo y qué idea tiene de la renegociación del programa.
Consideran que la alternativa de una salida “a la uruguaya” –con aplazamiento de pagos, pero sin quita— es muy general y ven como necesarias ciertas reformas estructurales. En un reportaje por la CNN, Lipton dijo sobre una posible renegociación con Fernández que “siempre trabajamos con quien gana las elecciones y dirige un país, buscamos puntos en común. Fuera de lo que se haya dicho, hay que ver qué es sensato para mirar hacia el futuro”.