Antes de enfrentar los partidos por Eliminatorias (el jueves en Maturín vs. Venezuela y el martes 15 contra Bolivia en el Monumental), Lionel Scaloni, esperando sus jugadores en Miami, brindó una charla en la Universidad de Miami. Un verdadero lujo, mediante la gestión de AFA, del DT campeón del mundo para los oyentes. Y abordó temas puntuales: el manejo del grupo, la toma de decisiones y la relación que mantiene con los players nuevos o más jóvenes después de ser campeón del mundo. ¿Cómo se para ante ellos?
A CONTINUACIÓN, LO QUE DIJO EL DT:
El manejo de grupo, cambios y las citaciones: "En nuestro caso, siempre pensamos en el bien del equipo. Cada decisión que tomamos es pensando en el bien del equipo. Lógicamente, siempre hay, y es bienvenido, que el jugador no lo reciba bien cuando sale del equipo. Porque eso es señal de que el que quiere jugar, quiere estar disponible, le jode salir del equipo. Es un momento de entrenar, es un momento de demostrar. Y eso demuestra lo comprometido que está el equipo".
"En principio yo creo que siempre es mejor hablar a no hablar. Siempre. A mí, cuando era jugador, siempre me gustaba que el entrenador sea cercano. No todos son iguales los jugadores y tampoco todos piensan igual. Pero sí creo que es importante hablar con el jugador, explicarle la situación, de por qué hemos tomado esa decisión, o por qué no juega. Siempre va a ser mejor recibir, aunque al momento, como decimos, al momento el jugador a lo mejor no lo entiende. Es lógico, pero después recapacita y se da cuenta de que uno actúa en base a lo que siente y que siempre va a ser por el bien común. Siempre somos partidarios de hablar, aunque hay momentos. Yo creo que eso es básico, olfatear y ver cómo está la situación. A lo mejor en ese momento no es válido hablar, se espera, se habla el otro día cuando las cosas están un poco más tranquilas. Creo que es un poco lo que nos ha llevado a jugar tantos años de fútbol y entender un poco la situación de cada jugador. Y después, básico, conocerlos, saber cómo piensa uno, piensa el otro. A uno a lo mejor una caricia le viene bien y a otro le viene bien hablar un poco más fuerte. Yo creo que eso te lo da un poco el haber jugado tanto tiempo, el tener un cuerpo técnico que también te facilita las cosas, que ellos también son gente que miran mucho y que se dan cuenta y que están continuamente hablando. Al final, va todo por ese lado".
Más de la toma de decisiones y el caso puntual de Nico González con Di María en su momento: "Bueno, en el caso particular nuestro, en la selección nosotros teníamos una época en la cual el equipo jugaba amistoso, no tenía que competir por cosas importantes, aunque con la Argentina siempre las cosas son importantes, pero cuando nos jugaban por los puntos realmente nosotros podíamos tomar el lujo y el advenimiento de que Ángel no venga porque es una persona, una personalidad que dentro de un grupo transmite y nosotros traíamos un chico joven que pensábamos que le teníamos que dar la posibilidad de jugar y optamos para que él no esté, sabiendo de que él iba a volver con nosotros seguramente, pero sí que necesitamos, en el caso del Nico González, que pueda desarrollar el mayor potencial posible. Al lado de la sombra de Leo o de Ángel no es fácil, no cualquiera es capaz de soportar eso. Entonces, bueno, optamos por ese tiempo de que Nico pueda desarrollar, pueda jugar partidos y brindarnos a nosotros lo que pensábamos que nos podía dar. Una vez que él se sintió adentro del grupo y fuerte ya la cosa era diferente.
Cómo se relaciona con los más nuevos o jóvenes al verlo ya como un DT campeón del mundo: "Lo manejo normal, como estoy. Creo que, a ver, en Argentina el fútbol es muy importante, no todos lo saben. ¿Cómo no le pasa eso? Mirá, no sé si porque es el generacional. No, creo que tiene que ser así. Al final sí que es importante el fútbol, haber sido campeón del mundo. Claro que es importante, pero no deja de ser eso. Nosotros intentamos decirle a los jugadores y a nuestro grupo que al final nosotros somos solo entrenador y jugador del fútbol. No somos más que eso. No por ser campeón del mundo yo me voy a sentir superior a otro o que el otro me vea como que soy extraterrestre al final. Creo que eso forma parte de lo que nosotros creemos y pensamos. Que nos vean lo que somos. Y que cualquiera de los que están ahí pueden llegar a ser entrenadores o jugadores de alto rendimiento. Esa es la idea. No me ha cambiado la vida desde ese punto de vista. Lógico, la gente me conoce más por la calle, me para. Pero mi pensamiento sigue siendo el mismo porque mantengo un equilibrio y creo que, por otra parte, es fundamental y básico para poder seguir desarrollando la profesión que tengo. Pero no me ha cambiado y me pone contento que la gente sí sea feliz, pero a mí no me va a cambiar".