Será un día con sensaciones particulares. Porque Boca jugará de local, con su gente, pero no será en la Bombonera. Y tampoco, con la cantidad de hinchas que está acostumbrado a convocar cada vez que juega en su casa. En el Nuevo Gasómetro, donde el equipo de Diego Martínez buscará la primera victoria en la Copa de la Liga, el Ministerio de Seguridad de la Ciudad sólo autorizó el ingreso de 28 mil personas. Todo, claro, mientras el Templo recupera su césped para volver a vestirse de azul y oro.
¿Y cómo viene el terreno de la Bombonera? Ya hay visibles mejoras. Si bien la arena sigue presente, ya no prevalece como pasaba una semana atrás y el verde del césped va empezando a dominar la escena. Y eso que la sequía y el intenso calor de estos días también son factores que vienen atentando contra la evolución natural. Por eso, hubo que reforzar el riego artificial.
Con Boca mudando su localía justamente para darle continuidad a los trabajos de los cancheros, ahora empieza la otra cuenta regresiva: la de cómo llegará la Bombonera a la cuarta fecha, contra Defensa, el sábado 10 de febrero. Ese día está previsto que el Xeneize vuelva a jugar en el Templo. Y por lo pronto, todo indica que para entonces sí llegará en otras condiciones.
HACE UNA SEMANA
AHORA
UN CÉSPED MEJOR
Algo está claro: tener que jugar hoy en el Nuevo Gasómetro es un perjuicio, ya que sólo podrán asistir la mitad de los hinchas que suelen entrar en la Bombonera (57 mil). Pero en definitiva, el tiempo de espera tendrá al menos una retribución, porque con el trabajo que se realizó la proyección es que el césped esté "mucho mejor que antes".
El mal estado del campo de juego es consecuencia directa de las elecciones que se hicieron justamente en el Templo. No sólo por las tres carpas que originalmente iban a estar alrededor de 15 días entre armado y desarmado con la votación prevista para el 2 de diciembre, sino porque las denuncias de la oposición en la Justicia estiraron todo por más de dos semanas. Con lo cual recién para la Navidad se terminó de desmontar toda la estructura. Y eso hizo que el césped se dañara por completo.
A partir de ahí, hubo que levantarlo en su totalidad y se pusieron panes de una nueva variedad de mejor calidad. Así, en la medida que se desarrolle su crecimiento, la expectativa es que la Bombonera vuelve a tener un césped superior.