En su primera presentación con el cinturón de campeón de la LPF en la cintura, River se subió al ring y recibió un golpazo al mentón. Con la misma estrategia que usó hace algunos meses post superclásico, Talleres arrinconó al equipo de Martín Demichelis, lo neutralizó y se dio el gusto de eliminarlo de la Copa Argentina. Los de Javier Gandolfi hicieron méritos más que suficientes para quedarse con el merecido pasaje a octavos, mientras en Núñez siguen lamentándose por esa famosa resaca del campeón que en los últimos años le viene dando fuertes dolores de cabeza.
No alcanza un café fuerte. Tampoco con un tecito digestivo. Después de los festejos, el CARP baja tensiones emocionales y le cuesta mucho enfocarse de lleno en el próximo objetivo. Es cierto que en el diccionario de Micho está tachada la palabra relajación, pero su equipo se vio superado por la T y alimentó una racha negativa que nació en la era Gallardo, con una hipótesis que ya es teoría: cuando River grita campeón, sufre al siguiente partido.
El 3-1 a Belgrano en el Monumental en marzo de 2018 fue la última vez que River ganó el siguiente partido post celebración de un título. En aquella ocasión, se quedó con el tres puntos en el torneo local cuatro días después de ganarle la Supercopa Argentina a Boca en Mendoza. Luego, en diciembre de ese mismo año, igualó 2-2 y cayó por penales con el Al Ain tras la final de la Libertadores en el Bernabéu, lo que dio comienzo a una racha que no logra cortar.
En 2019, post Recopa ante Athletico Paranaense, igualó 1-1 ante Gimnasia de Mendoza por Copa Argentina en los 90' reglamentarios, aunque en aquella ocasión ganó 5-4 por penales. La tendencia se mantuvo en 2021: del 5-0 a Racing por la Supercopa Argentina pasó al 0-1 en el Monumental ante Argentinos por un gol de Gabriel Florentín en tiempo de descuento.
El último título de la era Muñeco fue la Liga Profesional 2021: se coronó con un 4-0 a Racing en Núñez y en la posterior visita a Rosario Central rescató un empate 2-2 con doblete de Agustín Palavecino. Y ahora, a pesar del gran arranque de la era Demichelis, River volvió a sufrir los efectos de una resaca que le cuesta dejar atrás...