Marcos Rojo se fue a Miami. La noticia, dicha así, en frío, no deja de sorprender. Sobre todo, por el momento. El defensor acaba de sufrir un nuevo desgarro, esta vez en otra zona (el gemelo izquierdo), que hace que la vuelta del capitán de Boca se demore una vez más. Al punto que ya ni siquiera es seguro que pueda jugar los octavos de la Copa. Por más que falte un mes para eso...
¿Y entonces? ¿Por qué viajo a Miami en este momento tan particular? En principio, según informaron en el club, el defensor recibió autorización para irse con toda su familia "para recuperarse", ya que allí tratará con unos médicos especialistas esta sucesión de desgarros que no lo dejan volver a jugar.
Es cierto, el destino y la forma en que se hizo el viaje, llama la atención. Sobre todo porque hace apenas unos días el médico cabecera del plantel, Jorge Batista, dijo que el central iba a estar bien, en una especie de apoyo a la situación del defensor, que evidentemente tomó la decisión de ir a buscar otro tipo de tratamiento, en este caso en el exterior. No es habitual.
Lo concreto es que son días especiales para Rojo. Porque además de estas dos lesiones musculares que generaron preocupación, de su inactividad, que ya está por cumplir nueve meses, también está el tema de su demorada renovación de contrato con el club.
#ParteMédico
— Boca Juniors (@BocaJrsOficial) June 30, 2023
Marcos Rojo: Lesión muscular grado I en el gemelo de la pierna izquierda.
Depto. Médico Fútbol Profesional pic.twitter.com/NsybtfQ6qD
Las negociaciones están frenadas ahora, sobre todo, por su situación física, que hizo que el Consejo quiera evaluar primero en qué condiciones vuelve antes de hacerle un ofrecimiento para una continuidad. A tal punto es esto, que Riquelme y Cía asumen el riesgo de que Rojo hoy ya esté en condiciones de negociar como agente libre con cualquier otro club (el Palmeiras hace tiempo está interesado en él), ya que su vínculo con Boca se vence en diciembre de este año.
ROJO Y LOS RUMORES DE RETIRO
Como si fuera poco, en estos días trascendió una versión que ponían en duda la continuidad de Rojo no sólo en Boca, sino también en el fútbol mismo. El defensor, golpeado por sus lesiones y por esta imposibilidad de volver, habría dejado puesto en duda hasta su destino en un momento de debilidad.
De hecho, el viernes pegó un faltazo sin aviso en el club y ahora se conoce este viaje familiar, justificado en el club por esta interconsulta médica, aunque muchos en su entorno sugieren que es un espacio que el defensor podría darse para relajar la cabeza y repensar su futuro a los 33 años.