Fin del sueño: Flamengo jugará la final de la Libertadores
Vélez empezó ganando con gol de Pratto. Pero el Mengao lo dio vuelta en la segunda mitad, con tantos de Pedro y Marinho.
El optimismo mágico duró muy poco. Acaso porque estaba fuera de contexto. Por supuesto que los partidos se ganan en la cancha, no hay dudas: pero que Vélez pudiera revertir una serie que arrancó 0-4 en Liniers era como encontrar un unicornio azul pastando en Parque Lezama. Pero el Fortín demostró orgullo. Desde el vamos. Hizo un primer tiempo muy bueno, aguantó cuanto pudo en el ST, rompió con los pronósticos: perdió, sí; pero no lo pasearon.
Era una de superhéroes la historia que debía construir Vélez en el legendario estadio Maracaná. No era nada fácil plantarse en una semifinal de Copa Libertadores, con un resultado adverso casi lapidario (el 0-4 de la ida en Liniers pesaba más que cinco elefantes en la espalda). Pero Vélez volvió a sorprender. En la ida, había dejado a la gran mayoría atónitos porque decidió salir a jugar palo a palo ante uno de los equipos con más jerarquía de toda América, como si un fulano cualquiera se cruzara con Mike Tyson y le pegará un cortito en la nuca...
Pero en Río de Janeiro el equipo de Liniers mostró una versión muy interesante, al menos en el inicio. Porque no se regaló, pero tampoco cedió: entendió que lo mejor era tener las líneas juntas, compactas, que todos se movieran en bloque para evitar esos huecos que, ante el Fla, suelen ser decisivos. Bien Matías de los Santos, pese a que después le ganarían en el centro del empate, puro corazón el de Francisco Ortega para fumarse a Everton Ribeiro y, también, para mandarse al ataque, enorme Garayalde, para robar, para empujar y para creer.
De hecho, cuando nadie lo esperaba el Fortín se puso en ventaja por una pelota que el volante le robó a De Arrascaeta, la pasó rápido para Janson, que la metió al medio porque la locomotora Pratto venía a todo vapor. Por supuesto que ese 1-0 era apenas una cosquilla para la épica, pero demostró que Vélez no fue a Brasil para cumplir y hacer turismo.
¡GOL DE VÉLEZ EN EL MARACANÁ! El Oso Pratto coronó una buena jugada colectiva para el 1-0 ante Flamengo en la Copa #Libertadores. pic.twitter.com/xrJc68zCf2
— SportsCenter (@SC_ESPN)September 8, 2022
Pero ese primer tiempo casi ideal del equipo del Cacique Medina tuvo una pequeña manchita. Y sí. Porque en una de las pocas apariciones lúcidas de Everton Ribeiro, le metió una rosca bárbara a un centro que Pedro, el mismo que había clavado un hat-trick en Liniers, la peinara al ángulo. Así es la jerarquía técnica: el goleador del Flamengo convirtió su gol número 12 en 12 partido en esta Copa. Una animalada. Por algo es casi un hecho que Tite le dará una chance en la selección de Brasil...
El técnico Dorival Júnior habrá pegado algún grito en el entretiempo. Porque el Flamengo salió con otra actitud. Se soltó. Se vio esa versión explosiva y veloz que mostró a la largo de la Copa: por algo está invicto, con 10 victorias y dos empates. Pero Vélez no se acurrucó. Tuvo un remate picante de Florentín y mantuvo la intensidad. El Cacique movió el banco para meter frescura y ver si podía darle otro susto.
Pero nuevamente el local sacó de la billetera al mago Pedro, que armó un jugadón para que Marinho pusiera el 2-1. Fue otro golpe que desmoronó casi todo. Desde ahí, el Fla agarró el balón y lo manejó a su antojo. El final estaba escrito desde hace una semana, pero el orgullo de Vélez está intacto: estuvo a la altura.
Mirá el resumen del partido: