Tras las llegadas de Lucas Beltrán, Rodrigo Aliendro y Miguel Borja, el volante ofensivo Pablo Solari que milita en Colo Colo de Chile está cada vez más cerca de sumarse a las filas del equipo dirigido por Marcelo Gallardo. Habilidoso y encarador, el argentino podría aportarle desequilibrio a un equipo que por momentos parece muy estático. Por este motivo, desde Núñez ya elevaron una oferta formal y todo parece indicar que el futbolista arribaría al país en los próximos días.
La transferencia se haría por 5.000.000 de dólares por el 60% del pase de este hábil jugador que ya enfrentó al Millo en la fase de grupos de esta edición de la Libertadores. Un 20% quedaría en poder de los chilenos y el otro 20% pertenece a Talleres. Así, el pibe de 21 años se pondría la camiseta en algunos días.
En Chile dan por hecho el pase porque ByN, la gerenciadora, estuvo de acuerdo con la oferta. Antes, habían rechazado dos propuestas del América de México. Con esto, en Núñez avanzaron en el arreglo con el futbolista, que no ocupará cupo por Enzo Fernández, lo que abre una chance para que, en caso de llegar, River sume a un quinto refuerzo.
Este año, Pablo Solari acumula 26 partidos, de los cuales en 22 fue titular (todos los que su equipo disputó de Libertadores y Sudamericana, en la que quedaron afuera vs. Inter). Además, metió siete goles y aportó cuatro asistencias, siendo clave para el equipo con su velocidad y habilidad.
Una historia marcada de rojo y blanco
La historia de este extremo de 21 años es particular. Se inició en el único equipo del pueblo, el club social y deportivo Arizona, apodado El Rojo. A los ocho, su padre, apodado El Matador por su fama de goleador en el fútbol local, lo llevó a River. Estuvo a prueba una semana, pero no quedó. "No quisimos dejarlo. Era muy niño", le contó el año pasado el propio Víctor Solari al diario El Mercurio de Chile. También, a los 12, tuvo una prueba en Vélez, pero no quedó.
Donde lo aceptaron fue en Talleres de Córdoba y allí hizo las Inferiores. En 2019, jugó en la selección juvenil el torneo de L’Alcudia, dirigido por Esteban Solari (sin parentesco alguno), en un equipo en el que estaba Alan Varela, hoy volante de Boca. Solari marcó un gol en la goleada 4-1 ante Mauritania. Ya en el 2020, promovido por el Cacique Medina, realizó su primera pretemporada con la T e incluso fue al banco en las primeras dos fechas de la Copa Maradona, ante Newell’s y Lanús.
Sin debutar en Primera, Walter Lemma, ayudante de Gustavo Quinteros en Colo Colo, que conocía a Solari de su paso por la Reserva y Juveniles de la T, lo recomendó para el Cacique. Así, en noviembre fue presentado en Chile. "Solari no es un refuerzo, es para el futuro", decía el DT Quinteros. En ese entonces, Colo Colo atravesaba un duro momento: peleaba abajo y sufría aprietes de la barra. La mala situación llevó a que varios decidieran rescindir.
Entonces, Quinteros debió promover juveniles. Y ahí apareció Solari. Con 19 años, su vida cambió en febrero de 2021 al marcar uno de los goles más importantes de la historia de Colo Colo: en la promoción hizo el único tanto del 1-0 ante Universidad de Concepción para evitar el descenso. Así, con su conquista, contribuyó a salvar 95 años de historia de un club que nunca perdió la categoría.
“Marcar un gol tan importante fue muy emocionante. No tengo palabras para describirlo”, le contaba Solari a diario Olé, en aquel febrero de 2021. Lo increíble es que ese fue su primer tanto en Primera. De hecho, Pablo ni siquiera tenía hogar en Chile. Como cualquier juvenil del club dormía en la pensión: la Casa Alba.
Admirador de Matías Suárez, no parece descabellado que dentro de poco empiecen a compartir plantel. ¿Se hará el pase a River? Hay optimismo...