Marcelo Gallardo confesó que el martes a la noche hizo el “click” y que dos semanas atrás llegó a pensar que su ciclo estaba cumplido. Hay un dato que es irrefutable: el “Muñeco” aceptó la propuesta de continuidad que le hizo River Plate, la noche posterior al pedido que le hizo el plantel en la cena íntima que los campeones compartieron con sus familiares en el SUM del Monumental junto al cuerpo técnico y a la dirigencia.
Solo Gallardo sabe cuánto influyó en su decisión de seguir al menos hasta diciembre de 2022 el apoyo explícito que recibió de parte del plantel. Sin embargo, a su alrededor reconocen por lo bajo que semejante muestra de apoyo lo llevó a dar el sí definitivo pasado el mediodía de este miércoles.
River lo vivió como un gol, o como un penal atajado. Más: como un título. Porque sus hinchas salieron a los balcones, tocaron bocinazos en los autos, soltaron alaridos de felicidad al escuchar de su propia boca que seguirá en 2022.
La razón principal por la que Gallardo dio el sí está relacionada con la respuesta que encontró de sus futbolistas tras la dura eliminación de la Copa Libertadores ante Atlético Mineiro. Pese a que River debió afrontar todo tipo de adversidades en el campeonato que está a punto de finalizar y que ganó con tres fechas de anticipación, el plantel se sobrepuso a todas las dificultades e incluso evidenció un crecimiento futbolístico que lo transformó claramente en el mejor del torneo.
Una seguidilla interminable de lesiones y convocatorias a los distintos seleccionados no fueron suficientes para frenar el andar triunfal de un equipo que recién el último domingo, ante Defensa y Justicia, perdió un invicto de 18 partidos.
“Marcelo le está muy agradecido al plantel porque le respondieron en los momentos más difíciles. Fijate que se lesionaron jugadores como (Matías) Suárez, (Nicolás) De La Cruz, (Fabrizio) Angileri, Paulo Díaz, (Benjamín) Rollheiser y (Braian) Romero, y el equipo siguió respondiendo de la misma manera.
Las bajas nunca se sintieron y eso es por el trabajo que tiene este equipo y por lo compenetrados que están todos los jugadores”, afirma a Infobae una persona que conoce a la perfección el día a día de River.
Interiormente, a Gallardo se le infla el pecho de orgullo por el presente de futbolistas de las divisiones inferiores del club como Julián Álvarez (goleador del campeonato con 17 festejos), Santiago Simón, David Martínez y Benjamín Rollheiser.
Y lo mismo le ocurre con la explosión futbolística que mostró Agustín Palavecino, quien en los últimos seis partidos anotó cuatro goles y dio tres asistencias. Gallardo le venía pidiendo que llegara más seguido a posiciones de gol porque en Deportivo Cali había anotado 19, y el ex Platense le respondió con intervenciones clave cuando River más lo necesitaba.
A Gallardo lo complace que River sea un equipo con un funcionamiento colectivo aceitado. Podrá ganar o perder, pero el técnico valora sobremanera la forma y el estilo de juego. Y apostará por más el año próximo, con la muy probable llegada de un refuerzo por línea y el posible regreso de Juan Fernando Quintero entre esas caras que buscarán darle un salto de calidad al plantel.
En la respuesta afirmativa de Gallardo también influyó el hecho de que la dirigencia le propuso una reestructuración del fútbol profesional y también del infanto-juvenil. En su plan de seducción, la Comisión Directiva le hizo saber que estaba dispuesta a sumar scouts para buscar jugadores con el fin de alivianarle la tarea, en especial teniendo en cuenta que el propio “Muñeco” supo viajar a Paraguay, Uruguay y Chile a observar jugadores para reforzar el plantel.
“Ahora vamos a poner a scouts que se van a encargar de esos trabajos. Le van a acercar todos los informes de los jugadores que ellos crean que tienen el perfil para jugar en River y después Marcelo decidirá, como siempre. Está claro que a la última palabra la va a tener Gallardo, pero al menos no va a tener que ocuparse él mismo de ese tipo de búsquedas”, comentó una fuente dirigencial.
Ese mismo informante confirmó que Leonardo Ponzio, quien anunció su retiro como futbolista para fin de año, ya tiene sobre la mesa un ofrecimiento para sumarse a la secretaría técnica que comanda Enzo Francescoli.
Todo parece indicar que Juan José Borrelli y Gustavo Fermani dejarán de ser los técnicos de la Reserva. Y el gran candidato para sucederlos es Marcelo Escudero, quien supo ser compañero de Gallardo en el River campeón de América en 1996 y hoy está al frente de la Quinta División.
A su vez, el fútbol infantil dejará de estar a cargo de Fernando Guarini, quien pasará a ser el dirigente más cercano a la Reserva, y en su reemplazo asumirá Hernán Vázquez, un directivo que tiene muy buena relación con el “Muñeco”. Vázquez, por caso, fue una de las principales fuentes de consulta de Gallardo para las obras que River realizó en el último tiempo en el River Camp, su campo de entrenamientos de nivel europeo.
Desde ya que Gallardo aprobó todos estos cambios que se pondrán en marcha a partir del 1 de enero. El aspecto emocional también jugó un rol clave para la determinación que tomó el técnico. Los hinchas lo bañaron de amor y de afecto en cada partido, y Gallardo sabe que en ningún otro club se va a sentir tan adorado como en River.
Todas estas cuestiones se convirtieron en el combustible capaz de combatir el desgaste que le ocasionaron al entrenador estos casi ocho años de exigencia permanente.
El técnico puso en la balanza esos aspectos positivos y quiere irse de vacaciones el domingo 19 con otra vuelta olímpica sobre la espalda. Hasta ahora dio trece como entrenador de River (siete a nivel internacional y seis en el ámbito doméstico) y el sábado 18 irá por otra en la final del Trofeo de Campeones ante Colón, en Santiago del Estero.