River le ganó a 2-1 a Junior en el Monumental por la Libertadores
Héctor David Martínez y Julián Álvarez anotaron para el Millonario, que sacó adelante un partido complicado.
River resolvió un partido difícil y cosechó su primera alegría en la presente edición de la Copa Libertadores: derrotó 2-0 a Junior de Barranquilla gracias a los goles de Héctor David Martínez y Julián Álvarez y se acomodó en la cima del Grupo D, con cuatro unidades, igual que Fluminense. Mauricio Borja descontó para la visita.
El Millonario se topó con un rival incómodo. Junior también apostó a la presión alta y, con inteligencia, el entrenador Luis Amaranto Perea (aquel defensor ex Boca) dispuso dos hombres bien abiertos (Hinestroza y Pajoy) para aprovechar las espaldas de Montiel y Angileri, los carrileros locales. La visita, con movilidad y buen pie, progresó con criterio y opuso una interesante resistencia; le disputó mano a mano la tenencia a los conducidos por Gallardo.
A los 23, el juez Benítez omitió un evidente penal de Héctor David Martínez a Borja, a quien tomó dentro del área. Además, debía ser expulsado por evitar una ocasión manifiesta de gol. Y cinco minutos después fue el ex Defensa quien convirtió el 1-0 para el dueño de casa, con una excursión ofensiva. River hizo gala de su efectividad. Y, a los 9, selló el 2-0. Palavecino habilitó a Angileri, quien soltó un buscapié que Julián Álvarez anticipó con todo el oficio del N° 9.
En ventaja, con espacios, River disfrutó de las transiciones rápidas que ya llevan su sello. Carrascal dibujó un par de acciones lujosas que pudieron derivar en la tercera conquista. Pero, al mismo tiempo, Junior siguió desnudando vulnerabilidades en su rival. Y, en el cuarto minuto de descuento, gritó. A Borja le quedó la pelota tras un pelotazo y con un toque cruzado, no perdonó.
El conjunto millonario había iniciado su camino con una igualdad 1 a 1 ante Fluminense en Río de Janeiro. Y puso en valor ese punto cosechado como visitante con un triunfo en su hogar. Más allá de eso, Gallardo sabe que debe sellar las grietas que viene exhibiendo su equipo en medio de su reconstrucción. Las mismas que develó San Lorenzo por la Copa de la Liga el último fin de semana y que, ante Junior, no pusieron en riesgo el triunfo porque River opuso pericia en la definición.