Wijnaldum y Roberto Firmino habían puesto en ventaja al equipo de Klopp. Los españoles avanzaron a los cuartos de final del torneo europeo, donde esperan Atalanta, Leipzig y PSGLuego de la victoria adquirida en el Wanda Metropolitano, el Atlético Madrid se presentó en Anfield con la misión de mantener la ventaja frente al Liverpool, tal vez el mejor equipo del mundo en la actualidad.A pesar de las medidas de seguridad que se tomaron en gran parte de Europa, donde los partidos se disputaron a puertas cerradas, en Inglaterra los fanáticos poblaron su estadio para apoyar al conjunto de Klopp que demostró todo su potencial desde el comienzo para revertir el marcador y avanzar a los octavos de final de la Champions League.
Con las figuras de Salah, Mané y Wijnaldum el combinado británico se apoderó del pleito, aunque los contragolpes comandados por Ángel Correa, João Félix y Koke generaron varias preocupaciones en Adrián. El choque estaba parejo. Y ambos equipos hicieron los méritos para abrir el marcador con filosofías opuestas.Los reflejos de Jan Oblak y el sacrificio del resto de sus 10 compañeros para detener los constantes ataques del Liverpool fueron las principales razones que mantuvieron la igualdad durante más de 40 minutos. Con cada avance inglés, el Colchonero se replegó con más firmeza contra su propio arco y las réplicas españolas eran cada vez más efímeras.
Así, cuando el cronómetro de Makkelie marcó los 43, Oxlade Chamberlain logró conectar un preciso centro a la cabeza de Wijnaldum, para que el holandés festeje el 1 a 0 y empareje la serie. Un gol clave. Psicológico. Todo parecía indicar que en el complemento el Liverpool iba a sellar su boleto a la siguiente fase.El segundo tiempo comenzó con la misma tendencia: máxima presión local que dejó al Atlético Madrid contra las cuerdas. Una notable doble atajada de Oblak contra Mané dejó con vida al elenco del Cholo Simeone, pero el Colchonero estaba en terapia intensiva.
El resultado que arrojó los 90 minutos fue injusto. El Liverpool mereció golear, pero la mínima diferencia lo obligó a jugar el tiempo suplementario. Incluso en la última escena Saúl paralizó a todos los corazones con un testazo que rebotó contra la red defendida por Adrián. La euforia de Simeone en su corrida hacia la hazaña se terminó cuando el juez de línea Steegstra levantó su banderín por una clara posición adelantada
Como si algo le faltara a la fiesta ibérica, Álvaro Morata concluyó el espectáculo con una muestra de su categoría para cerrar la noche con el inesperado e histórico 3 a 2. La clasificación del Atlético Madrid se dio gracias al sacrificio de todos sus intérpretes, aunque los recordados héroes de Anfield serán Oblak, Llorente y (por supuesto) el Cholo Simeone.