La mejor versión de Juan Román Riquelme coincidió con la última conquista continental. Entonces, el crack había vuelto de Europa con el deseo de ganar la sexta Libertadores. Y cumplió su sueño en Porto Alegre. Dos goles metió el “10” en el estadio Olímpico. Ya había ganado 3 a 0 en la Bombonera, también con un gol del máximo ídolo de la historia xeneize. Fue el último gran equipo de Boca. Y el técnico era Miguel Angel Russo. No es casual, entonces, que Román haya pensado en Miguelito para hacerse cargo del primer Boca de su gestión como vicepresidente. A fin de cuentas, representa su sentir como futbolista y no reniega del enganche. Lo conoce bien porque convivieron en aquel inolvidable 2007. Por eso lo llamó hace algunas semanas, cuando el crack de Don Torcuato ya imaginaba un triunfo holgado en las urnas.
Russo es el candidato número uno para dirigir a Boca porque Carlos Bianchi dijo “no”. Román quería una reivindicación del Virrey, que fue despedido por Daniel Angelici en 2014. Así y todo, la idea de Riquelme es convocar al exitoso técnico para que tenga un lugar como consultor en la nueva estructura del fútbol. Miguelito estaría acompañado por Sebastián Battaglia, que no sólo es un entrenador joven; además, se trata del futbolista que más títulos ganó (17) con la camiseta azul y oro. A los 63 años, Russo podría volver al lugar que lo consagró como campeón de América. Eso sí, más allá de sus antecedentes hay otro punto que le da impulso: su afinidad con la Conmebol. Miguel fue integrante del Grupo Técnico de la Confederación Sudamericana de Fútbol y tiene una estrecha relación con el presidente, Alejandro Domínguez, y con Gonzalo Belloso, director de Desarrollo, que fue dirigido por el experimentado técnico cuando era delantero de Rosario Central.
Y una de las metas de la nueva dirigencia de Boca es restablecer el vínculo con la Conmebol, ese que se rompió por la iniciativa que Daniel Angelici de llevar adelante la Liga Sudamericana de Clubes y los chispazos que se generaron por la decisión de mudar la final de la Copa Libertadores del Monumental a Madrid. Lo dijo este lunes Mario Pergolini en diálogo con Fox Sports: “Hay ser mas serios como dirigentes, no te podés ir de la AFA o la Conmebol porque dos veces el árbitro no estuvo a favor nuestro. Esto se logra con trabajo”. Otros nombres que circularon en las últimas horas fueron José Pekerman y Eduardo Domínguez. El ex entrenador de la Selección Argentina es admirado por Román. El ex técnico de Huracán y Colón es el yerno de Bianchi. Ambos estuvieron en la órbita, pero Russo saca ventaja. En su cuerpo técnico está Leandro Somoza, quien también jugó en Boca.
Todo empezará a tener mayor sustancia a partir de esta tarde, cuando se junten Ameal, Pergolini, Riquelme y el Consejo de fútbol, que estará integrado por el propio Battaglia, Jorge Bermúdez, Raúl Cascini (ya anunció que dejará la televisión para dedicarse de lleno a Boca) y Marcelo Delgado. Independientemente de la llegada del nuevo técnico, ya hay algunas cuestiones que rondan la cabeza de Román: quiere un lateral derecho (suenan Renzo Saravia, del Porto, y el chileno Mauricio Isla, del Fenerbahce), un volante central (seduce Charles Aranguiz, Bayer Leverkusen), un enganche (Franco Mudo Vázquez, del Sevilla) y un “9” (Paolo Guerrero, del Inter de Porto Alegre).
La semana pasada, en plena campaña política, Riquelme dijo públicamente que se había contactado con el atacante del equipo gaúcho y la Selección peruana. Christian Gribaudo, candidato del oficialismo, aseguró que también Nicolás Burdisso había acordado condiciones con el jugador. A propósito del mánager de la actual dirigencia, que tiene contrato hasta diciembre de 2020, todo indica que se irá del club. Hay jugadores que partirán. Uno de ellos sería Iván Marcone. ¿Será cierto que Riquelme no quiere jugadores de Christian Bragarnik, empresario afín a Angelici? Hay otros que regresarán al club en enero, tal es el caso del colombiano Sebastián Pérez, quien estuvo a préstamo en el Barcelona de Guayaquil. Otro tema a resolver es el caso de Carlos Tevez. Lo cierto es que Román ya puso primera para volver a los tiempos dorados, esos que tanto añoran en Boca.