Tres películas basadas en hechos reales para ver en Netflix
Se trata de films dramáticos que tomaron inspiración en la vida real.
Innumerables hechos e historias de la vida real han sido la gran inspiración de producciones cinematográficas de alto vuelo a lo largo de los últimos años. Tal es el caso de los tres films que tenemos para recomendarte hoy.
Neruda
2016 – Dir: Pablo Larraín
En 1948, el senador y escritor Pablo Neruda acusa al gobierno chileno de traicionar a los comunistas en el congreso. El presidente González Videla lo desafuera y ordena su captura. El poeta emprende la huida del país junto a su mujer. Mientras es perseguido por el prefecto de la policía, Neruda comienza a escribir “Canto general” y se convierte en símbolo de la libertad y leyenda literaria.
Mi mejor amiga, Ana Frank
2021 – Dir: Ben Sombogaart
Esta nueva cinta de la plataforma está basada en la amistad real entre Ana Frank y Hannah Goslar, desde la ocupación nazi en Ámsterdam hasta su desgarrador reencuentro en un campo de concentración. Dirigida por Ben Sombogaart en base al libro Memories of Anne Frank: Reflections of a Childhood Friend (1997) de Alison Leslie Gold, la película está protagonizada por Josephine Arendsen (Hannah), Aiko Beemsterboer (Ana), Björn Freiberg, Roeland Fernhout, Hans Peterson, Zsolt Trill y Stefan de Walle, entre otros.
Yara
2021 – Dir: Marco Tullio Giordana
Yara Gambirasio (Chiara Bono), una joven de 13 años de Brembate di Sopra, desapareció el 26 de noviembre de 2010, después de asistir como siempre al polideportivo de la ciudad para el entrenamiento de gimnasia rítmica, su gran pasión. Fue encontrada asesinada el 26 de febrero de 2011. El caso adquirió de inmediato una enorme relevancia mediática, no solo por la brutalidad del crimen sino por la serie de giros que siguieron durante las complejas investigaciones.
Yara es una cinta que adapta los hechos, centrándose íntegramente en la investigación que se llevó para encontrar primero el perfil genético del asesino y luego a la cadena perpetua del culpable. En el film se ve cómo el asesinato de Yara conmocionó la pequeña ciudad italiana y cómo, para llevar al culpable ante la justicia, la fiscal Letizia Ruggeri (Isabella Ragonese) solo tiene una pista tenue: un poco de ADN que no es de mucha ayuda sin una base de datos con la que compararlo.