Royal Abbott es un ranchero de Wyoming. Su familia está marcada por un trauma familiar: la desaparición de su nuera, Rebecca, tiene a todos en un estado de angustia que aflora frente a cualquier conflicto. Royal también enfrenta problemas con los rancheros vecinos y una disputa por las tierras. Pero Outer Range, que reproduce a la perfección los tópicos del drama del oeste, tiene por lo menos una vuelta de tuerca que asombrará al público.
Una joven mochilera llamada Autumn aparece en los terrenos de los Abbott y pide permiso para acampar allí. Royal, sorprendentemente, acepta. Pero la llegada de la joven coincidirá con la irrupción de un elemento de carácter fantástico sin explicación alguna. La mente del ranchero deberá cambiar por completo para tratar de entender que es lo que ocurre.
Mientras tanto, sus apremios crecen todavía más. Es posible que ese elemento fantástico sea una maldición o una bendición, pero eso es algo que no hay que adelantar. Los primeros dos episodios dejarán al espectador más gélido al borde de su asiento. La sorpresa es total. No como un golpe de efecto, sino como genuino asombro que deja con ganas de ver mucho más.
El título Outer Range juega con el término open range, es decir los campos abiertos donde el ganado deambula libremente, más allá de los límites de propiedad. Esa alusión importa a la historia que, salvando las distancias, es como si Yellowstone se combinara con Los expedientes secretos X.
La serie podría ser un drama del oeste, pero el giro fantástico la lleva a otro nivel. Ni mejor ni peor, simplemente diferente. Pero a pesar de la mezcla atrevida, el sentido de Outer Range se cifra precisamente en mezclar dos opuestos: los espacios abiertos y las ideas claras del western con la claustrofobia y la paranoia del cine fantástico más oscuro.
Por eso el actor ideal para llevar adelante esta trama es Josh Brolin. Un rostro conocido por todos desde la década del ochenta.
En su debut cinematográfico, nada menos que con Los Goonies (1985), fue el hermano mayor; luego se afianzó en televisión trabajando en The Young Riders, donde interpretó a Wild Bill Hickok, una leyenda del salvaje oeste. Su carrera se mantuvo estable, con películas importantes, hasta que entró a otra etapa al protagonizar el western ganador del Oscar Sin lugar para los débiles (No Country for Old Men, 2007) de los hermanos Ethan y Joel Coen. Le siguieron Milk (2008), American Gangster (2008) y otro film de los Coen: Temple de acero (True Grit, 2010) esta vez un western completamente clásico.
Brolin ha sabido ser héroe y villano sin problemas; incluso asumió el rol de Thanos en la saga de Avengers, para Marvel, uno de los personajes más importantes de los últimos años dentro de ese universo. Su ambigüedad lo hace perfecto para el protagónico de Outer Range, así como también su vínculo con el oeste. Lo acompañan Imogen Poots, Lili Taylor y Tom Pelphrey.
Esta serie de Brian Watkins, disponible en Prime Video, es una de las más prodigiosas del año: una caja de sorpresas que en cada episodio deja a las audiencias ansiosas por el siguiente.