La nueva película de Tamae Garateguy, "Las furias", experimenta una intensa historia de amor entre un joven huarpe y la hija de un terrateniente violento y despiadado, en una trama que ubica en Argentina y en el siglo XXI la tragedia de "Romeo y Julieta" Con un concepto fuerte de familia, que predomina en gran parte del territorio nacional, la directora se mete en ese mundo que por momentos expresa un fuerte amor y vínculos irrompibles y que, por otros, vivencia una profunda crueldad, manipulación y perversidad. "En muchos lugares, el 90 por ciento del territorio, que no incluye a las capitales progresistas y 'bien pensantes', donde han cambiado paradigmas, la familia sigue siendo la institución a respetar por los mayores y los jóvenes", le dijo Garateguy a Télam sobre la cinta que filmó en el desierto cuyano.
"El rodaje fue arduo y difícil por el clima. Hubo tormentas eléctricas, granizo del tamaño de pelotas de golf, lluvias torrenciales en lugares en los que no llovía hace años, una tormenta de polvo y hasta tornados que casi se llevan al equipo de arte... los caminos estaban anegados. Fue una aventura muy extrema y a la vez maravillosa porque pudimos filmarlo", repasó. La idea de filmar esta historia surgió, según comentó, de los protagonistas del filme, Guadalupe Docampo y Nicolás Goldschmidt, con quienes Garateguy había trabajado en su filme de 2013 "Mujer Lobo".
"Vinieron con la idea de hacer una historia de amor, intensa y apasionada que sucediera en el desierto. Luego se la propusimos a Diego A. Fleischer para que escribiera el guión. Él le dio su impronta clásica, tomando el motivo de 'Romeo y Julieta', pero ubicándolo aquí en Argentina", explicó esta cineasta que cuenta con cuatro largometrajes en solitario y tres en co-dirección,además de varios reconocimientos en festivales internacionales. "Las furias" es la historia de amor entre Leónidas y Lourdes. Él es un joven huarpe cuyo destino es ser cacique de la tribu.
Ella, una hija de estanciero que vive un calvario dentro de su casa. Ambos se encuentran en el desierto y se casan, pero son obligados por ambas familias a separarse. A partir de allí, comienza un raid de violencia y venganza en la búsqueda por crear una familia, envueltos en la inclemencia de una realidad terrateniente y discriminadora que puede reconocerse en el seno de la sociedad argentina.