El interbloque oficialista de Cambiemos en la Cámara de Diputados buscará hoy convertir en ley el proyecto de reforma previsional con el apoyo de algunos legisladores que responden a gobernadores provinciales, y en el marco de un tenso clima por la convocatoria a marchas y paro de centrales sindicales.
En el medio, permanecen oscilantes o indefenidos unos 15 diputados, que no ven con agrado la reforma, pero que con sus abstenciones o ausencias pueden terminar jugando a favor del proyecto del Gobierno. La sesión especial está convocada para las 14 y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, confía que Cambiemos va a "conseguir los votos necesarios".
"Es vergonzoso lo que esta haciendo el Gobierno". Roberto Baradel, secretario General del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), sintetizó así la reacción de sindicalistas y opositores ante la decisión del oficialismo de anticipar el tratamiento de la reforma previsional en la Cámara de Diputados, previsto para hoy a las 14.
"Han vallado el Congreso, no dejan pasar a nadie, ni a la secretaria de [Hugo] Yasky ni a trabajadores del Congreso. Además, la represión de ayer, pegándole a diputados... No parece un Estado democrático, parece un Estado de excepción", soltó Baradel. "Pretenden votar una ley que mete la mano en el bolsillo a los trabajadores", aseguró.
En una reacción un poco tardía, que pareció un acto reflejo frente a la presión de la creciente movilización callejera de organizaciones sociales y el sindicalismo combativo contra la reforma laboral, la conducción de la CGT anunció que se sumará a la marcha convocada para hoy al Congreso y amenazó con cumplir desde las 0 de mañana con un paro nacional si la Cámara de Diputados sanciona la ley jubilatoria.