El Gobierno reconoció que Malvinas podría no tratarse con Theresa May
El jefe de Gabinete Marcos Peña aclaró: "No necesariamente la cuestión de soberanía estará en la agenda".
El Gobierno aspira a mejorar la relación bilateral con Gran Bretaña "independientemente de las diferencias respecto a las Malvinas", según anticipó hoy el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en vísperas de la reunión bilateral que sostendrán el presidente Mauricio Macri y la primera ministra Theresa May.
"El espíritu es trabajar en todos los demás aspectos de la relación. Hay mucho que podemos hacer. No necesariamente la cuestión de soberanía estará en la agenda de mañana", dijo Peña en una conferencia abierta a la prensa internacional que cubre la cumbre del G-20 en esta ciudad.
Fuentes de la delegación ampliaron que la intención de Macri es ratificar la posición argentina respecto del diferendo sobre las islas, pero sin que eso impida desarrollar una relación productiva en otras materias de interés mutuo.
Profundiza así el giro respecto de la política de hostilidad que había asumido la administración kirchnerista, que subordinó el diálogo con Londres a una eventual negociación sobre la soberanía.
Macri y May tendrán su primera reunión bilateral mañana, en una de las pausas de la cumbre. Ya habían hablado de manera informal el año pasado en la Asamblea General de la ONU. Aquella charla terminó con una controversia sobre cuál había sido el tono del planteo argentino sobre Malvinas.
Peña habló ante los periodistas en inglés (no había traducción simultánea en la sala). Durante su intervención expuso las posturas que trae Macri a una cumbre marcada por las discordias en materia comercial y medio ambiental que introdujo en el bloque de las grandes potencias la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Por otro lado, los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin, respectivamente, se reunieron hoy por primera vez en la ciudad alemana de Hamburgo, donde participan de la cumbre de líderes del G-20. El encuentro, que había generado fuerte expectativa, duró dos horas y cuarto.
El republicano dijo que espera "cosas muy positivas" y su par ruso aseguró que tiene esperanzas de que el encuentro "dé resultados".