En plena jura del nuevo Canciller, Mauricio Macri instó a "enfrentar y terminar con la mafia de los juicios laborales, porque eso destruye la generación de empleo futuro", y señaló a "un grupo minoritario" de jueces y abogados laboralistas que, "conducidos" por Héctor Recalde, titular del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, "dejan a un montón de gente sin poder acceder a un trabajo".
Recalde vinculó esa embestida a un "resentimiento personal" porque en 2000 le ganó un juicio laboral a la empresa Correo Argentino, que el actual mandatario conducía. Además, en declaraciones radiales a La Red y Rivadavia recordó que la semana pasada presentó una denuncia contra el Gobierno ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por presunta violación a la "libertad sindical y la negociación colectiva", y estimó que "tal vez (Macri) se enteró y no le gustó".
Por su lado, el juez de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo Enrique Arias Gibert aseguró que "no existen mafias en el fuero laboral", y que el objetivo de Macri "es desprestigiar a la justicia del trabajo". En diálogo con FM La Patriada completó: "El planteo que se hace va en contra de los derechos de los trabajadores. Este intento de control sobre nosotros es similar a 1984 de Orwell".
Desde la Asociación de Abogados Laboralistas, el letrado León Piasek advirtió: "El Estado y los empresarios violan las leyes, despiden y/o son responsables de accidentes, y siempre se señalan ´mafias´ si provocan juicios. También cuestionó la responsabilidad que se le endilga a la denominada "industria del juicio" por la falta de trabajo, y se preguntó si ahora "llueven las inversiones y las Pymes florecen ¿y las importaciones y el ajuste?".