Miles de manifestantes se congregaron este miércoles en la Plaza de Mayo, donde la convocatoria sumó la presencia de referentes políticos y sindicales de todo el país. Entre ellos, Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, emergió como una de las voces más firmes en defensa de Cristina Fernández de Kirchner, tras la ratificación de la condena que recayó sobre la ex presidenta.
El gobernador bonaerense se pronunció de forma categórica sobre el fallo que afecta a la ex mandataria. “Es una condena absolutamente injusta, absolutamente fuera de la ley en un procedimiento judicial totalmente trucho contra Cristina”, expresó el mandatario provincial.
Además, Kicillof adjudicó la responsabilidad política de la situación actual al presidente: “Esto pasa en la Argentina de Milei, en una Argentina en donde le dan también a la policía otras atribuciones, donde se putea y se maltrata a todo el que piensa distinto. Es un golpe de autoritarismo que tiene la Argentina que se expresa también en una condena absolutamente injusta, absolutamente fuera de la ley en un procedimiento judicial totalmente trucho contra Cristina. Así que, bueno, acá tenemos que estar en la calle y la verdad es que es tremendo la cantidad de gente que se dio cita espontáneamente, organizadamente para manifestar que así no, Milei, así no. Es Milei, responsabilidad de Milei”.
El malestar de Kicillof no se limitó al ámbito judicial. También aludió al contexto socioeconómico y a la situación de los trabajadores en su provincia. Consultado por la prensa sobre los próximos pasos electorales de su espacio hacia las elecciones del 7 de septiembre, reafirmó la idea de construir un frente de unidad: “Vamos a buscar una lista conjunta de todos los sectores, porque es eso, porque veía hoy la cantidad de despidos que está habiendo, Kimberly Clark, bueno tengo una lista inmensa solamente lo que ocurrió en el último mes de despidos, de cierre, y cuando dice el Gobierno ‘todo marcha según el plan’, este es el plan, desindustrializar, precarizar, pérdida de trabajo, pérdida de jubilaciones. El comercio anda mal, la industria anda mal, los pequeños productores andan mal, la minería de la Provincia anda mal, la construcción anda mal. Todo anda mal”.
Los diferentes puntos de ingreso a la ciudad evidenciaron un despliegue policial orientado al control de la llegada de colectivos, que, según relató Kicillof, formaban parte de los mecanismos de presión y restricción a la protesta: “Más de lo mismo, más de lo mismo, ahora expresado como limitaciones para manifestarse pacíficamente, esto es una manifestación pacífica para denunciar la violencia y la persecución”, indicó el gobernador.
En ese marco, Kicillof rechazó la idea de que defender a quienes se oponen al Gobierno deba ser equiparado a una amenaza para la libertad: “No qué tiene que ver con la libertad meter preso al que se opone o piensa distinto, ¿de qué libertad están hablando? Del que piense distinto, de cualquier dirigente a los que quieren disciplinar, si piensa distinto, si hace distinto, a lo marca Milei, a lo que marca su manual y su enorme entramado y alianza internacional. Y bueno, esta es la amenaza, este es el intento de disciplinamiento. Disciplinar al campo popular, disciplinar a la dirigencia, disciplinar a los sindicatos, disciplinar a todo el mundo”.
Kicillof concluyó sus declaraciones poniendo el foco en la situación económica de la provincia de Buenos Aires y la tendencia que, a su juicio, marcan las actuales políticas del Gobierno nacional. “Nosotros estamos acá diciendo que no hay cómo, porque desborda en nuestro pueblo y en la provincia de Buenos Aires la necesidad de tener más y mejor trabajo, producción y trabajo para la Provincia, lo contrario al modelo de Milei”, manifestó el mandatario.
