El presidente de la Nación, Javier Milei, pronunció un discurso muy crítico durante su participación en la Cumbre 65 del Mercosur que se realiza este viernes en la ciudad de Montevideo, Uruguay.
Frente a los mandatarios de la región, el jefe de Estado dijo sin tapujos que el Mercosur ha sido un escollo para el progreso de la Argentina. “En las últimos años hemos perdido las oportunidades de nuestra vida, fuimos a contramano del mundo”, dijo.
Milei relativizó además el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea que se anunció esta mañana.
“Consolidarnos en un bloque común no solo no nos hizo crecer, sino que nos ha perjudicado. Mientras vecinos como Chile y Perú se abrieron al mundo y entablaron acuerdos comerciales con los protagonistas del comercio global, nosotros nos encerramos en nuestra propia pecera, tardando más de 20 años de cerrar un acuerdo con el que hoy festejamos, que aún dista de ser una realidad. No puede llamar la atención entonces que la economía de nuestros vecinos hayan crecido tanto más que las nuestras, mientras que ellos tienen acuerdo de libre comercio con más de 20 países, nosotros tenemos tratados similares únicamente con el resto de Sudamérica, Egipto e Israel”, agregó.
Más adelante, en su discurso que duró poco más de siete minutos, sotuvo que “durante los últimos 20 años, nos hemos perdido la oportunidad de nuestras vidas, fuimos a contramano del mundo durante el ciclo de mayor integración comercial de la historia global, que redundó en el mayor desarrollo de países emergentes jamás visto. Mientras el resto del planeta se expandía gracias al comercio, nosotros le dijimos que no a Estados Unidos, que ofrecía un acuerdo de libre comercio en todo el continente. Pero esa perorata disfrazada de nacionalismo le costó carísimo a nuestros ciudadanos. ¿Saben cuál es la única manera de defender el interés de nuestras naciones? Promoviendo el libre comercio, porque el libre comercio genera prosperidad, Porque como dijo Julio Argentino Roca el más grande nacionalista de nuestra historia ‘el comercio sabe mejor que el Gobierno lo que a él le conviene’”.
Por eso convocó a los mandatarios de los países que integran el bloque regional a discutir el rol que cumple. “El Mercosur, que nació con la idea de profundizar nuestros lazos comerciales, terminó convirtiéndose en una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar ni sus ventajas comparativas, ni su potencial exportador. Este problema no es nuevo, pero si seguimos pretendiendo tratar de tapar el sol con las manos se volverá cada vez más difícil de solucionar. Me gustaría invitarlos, como hermanos que somos, a que abramos los ojos y seamos honestos intelectualmente; aceptemos que este modelo está agotado y busquemos una nueva fórmula que nos beneficia a todos, para que todos podamos comercializar más y mejor, porque es el comercio lo que genera prosperidad y lo que va a terminar con el gran flagelo latinoamericano, que es la pobreza abyecta de nuestros pueblos”, advirtió.
“Ganemos autonomía sin dejar de respetar los acuerdos que nos hermanan y si los que nos hermanan es comercial libremente entre nosotros, propongo que aflojemos las ataduras que hoy nos ahogan en vez de fortalecernos. Este bloque no puede seguir siendo un cepo que limite a nuestros países. Debemos dejar atrás esta etapa caracterizada por la mera administración de acuerdos, el exceso de regulaciones y la implementación de normas que frenan tanto el comercio interno como el resto del mundo”, aseguró el mandatario argentino quien pretende que el Mercosur flexibilice sus condiciones y que se puedan firmar acuerdos de libre comercio por fuera del bloque, una propuesta que ya intentó impulsar Uruguay en su relación con China, aunque no logró la aprobación del resto de los países miembros.
“Si el bloque no es un motor dinámico que facilite el comercio, que impulse la inversión y mejore la calidad de vida de todos los ciudadanos de nuestra región, ¿cuál es el sentido que tiene? Espero que, sin anteojeras ideológicas, tengamos la honestidad intelectual suficiente para poder hacernos las preguntas difíciles y el coraje para tomar las decisiones necesarias”, insistió en el último tramo de su discurso.
Antes había desgranado las razones que hicieron menos competitivo al Mercosur, según su visión. “Por la rigidez del arancel externo común como por las innumerables barreras para-arancelarias que hemos inventado a lo largo de los años, tanto el comercio del Mercosur con el mundo, como el comercio intra-Mercosur se han visto deteriorados. Desde 1995 hasta el presente, la participación en el comercio intrazona de todos los países, exceptuando Paraguay, se redujo significativamente, siendo Argentina y Uruguay los casos más notorios. Tener aranceles tan altos encarece la vida de todos nuestros ciudadanos y les niega la oportunidad de adquirir mejores bienes a mejores precios, es decir, les niega la posibilidad de mejorar su calidad de vida. No es casualidad que desde mediados de los 90 hasta el presente la incidencia del Mercosur en el comercio mundial se ha reducido del 1,8% al 1,6%”, expresó el líder libertario.
Una vez terminadas las exposiciones de los Presidentes, Milei volvió a hablar, pero esta vez en carácter de presidente pro témpore.
“La realidad es que tenemos dos caminos: o aceptamos que el Mercosur no funciona y lo disolvemos, lo cual no es la voluntad del gobierno argentino, o lo adaptamos para que sea funcional a las necesidades actuales de sus integrantes. Esta segunda alternativa, por supuesto, requiere honestidad intelectual y predisposición al cambio”, dijo Milei.
Y completó: “Mi ministro de Economía hace unos días dijo que hay momentos donde la historia cambia, nosotros estamos acostumbrados a leer sobre esos momentos el libro de textos. Entonces asumimos que no lo podemos vivir, que el presente es estático y que hacer historia es algo que ocurre siempre en el pasado. Y sin embargo, la gran historia fue hecha y fue hecha por meros hombres como nosotros, no por dioses. En eso consiste precisamente la libertad del hombre: poder salir del determinismo de nuestro pasado y hacer algo distinto, ser arquitectos de nuestro propio destino. Quiero invitarlos a todos a que hagamos ejercicio de esa libertad que es el don más preciado que tenemos que nos asignen, que nos animemos a salir del determinismo y hagamos historia grande una vez más”.