El Gobierno confirmó que les descontará el día a los estatales que adhieran al paro que la Confederación General del Trabajo (CGT) realizará este jueves 9 de mayo. La decisión la informó el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa.
El portavoz del Presidente aclaró que se les descontará el día de trabajo a quienes participen de la movilización impulsada por la CGT y no a los trabajadores que no puedan ir a trabajar por la falta de transporte.
“Se les descontará a aquellos que vayan a la marcha, no a quienes no puedan venir a trabajar porque no funciona el transporte. Todos vamos a tener dificultades para ir a trabajar y el que no va a trabajar no cobra”, señaló Adorni.
En esa línea, informó que continúa abierta la línea telefónica para denunciar aprietes o extorsiones por parte de sindicalistas que puedan llegar a obligar a los trabajadores a estar presentes en la movilización.
El vocero presidencial también aclaró que el Gobierno no va a declarar al transporte como servicio esencial para este jueves por la movilización del CGT: “No hay nada que implique que tomemos esa medida”.
Por otra parte, Adorni aseguró que el paro general de este jueves “no tiene una justificación aparente” y advirtió que las organizaciones sindicales “deberán afrontar los gastos que la marcha ocasione”.
El portavoz de Javier Milei señaló que la movilización de la CGT afectará a “6.593.000 personas que no van a tener el servicio esencial de transporte para ir a sus trabajos”. “4 millones en el AMBA, 1 millón en el interior del país, 1 millón no podrán ir a trabajar en trenes y 93.000 no tienen vuelos”, detalló.
A su vez, comparó las medidas de fuerza que se tomaron en los seis meses que lleva de gestión Javier Milei con las que fueron tomadas durante los cuatro años del mandato de Alberto Fernández.
“Llevamos dos paros de CGT, dos paros de colectivos, dos paros de docentes, un paro de trenes, un paro de aeronáuticos y más de 100 marchas. Fernández tuvo 0 paros en sus cuatro años de gobierno”, remarcó.
En ese sentido, señaló que “desde 1983, el 64% de las marchas de la CGT fueron contra gobiernos no peronistas y está claro que esos gobiernos no han brillado”.
Por último, apuntó directamente contra los impulsores de la movilización: “Mañana paran los que siguen queriendo hacer de la Argentina un camino de servidumbre, los fundamentalistas del atraso. Solo van a ganarse el desprecio de quienes quieren y necesitan a trabajar”.